“¡Basta de miserias!” es la petición que rezaba una gran pancarta sujetada por los trabajadores de la UTE Urdra Ballena, la unión temporal de empresas liderada por Urbaser, en la mañana de este lunes, todavía en plena temporada alta de verano en el litoral gaditano. Los empleados a los que les tocaba hacer turno se han concentrado en la rotonda de la entrada a Costa Ballena, en el municipio de Rota, durante 25 minutos, su tiempo del desayuno, para demandar un convenio colectivo para toda la plantilla.
Los encargados del servicio de suministro de Aguas y recogida de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en la urbanización roteña han iniciado sus movilizaciones para plantar cara a la situación de precariedad a la que se enfrentan.
En esta empresa “existen dos convenios estatales para cada una de las actividades, un convenio para Aguas y otro para residuos sólidos urbanos (RSU); el de Aguas tiene unas tablas salariales y unas condiciones, pero el de RSU no tiene ni salarios ni licencia, no tiene nada”, explica Beltrán Roca, secretario general de la CNT de El Puerto. Según asegura, “todo el estatuto de los trabajadores está prácticamente pelado”.
Por tanto, Urbaser se divide en dos grupos en la zona, cuatro trabajadores que se acogen al convenio estatal del agua, y entre 6 y 9, dependiendo de la época del año, se rigen por el de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos.
“Solicitamos un convenio colectivo para todos los trabajadores, estamos buscando la equiparación económica, y que todos los derechos sean iguales”, manifiesta uno de los 12 trabajadores de esta UTE, que reduce su personal a unos 9 en temporada de actividad baja.
“Si comparas un operario de RSU de aquí con los de Rota, El Puerto o Jerez, cobran casi la mitad y trabajan muchísimo más”, denuncia Roca, que apunta que los empleados más afectados “están cobrando prácticamente el salario mínimo”.
Esta pequeña plantilla sufre unas “condiciones bastante peores a la de actividades homólogas dentro del entorno”. Según los trabajadores, “echamos 40 horas semanales”, mientras en el resto de la provincia los días laborales computan 37 horas, por eso “estamos buscando reducir un poco la jornada”. Además “con la mitad de salario y con muchas menos pluses y complementos”.
La sección sindical de CNT lleva negociando convenios extraestatutarios desde 2009 con el objetivo de poner fin a la precariedad laboral que experimentan los empleados y regular las condiciones de trabajo en el centro.
Tras la finalización del último acuerdo vigente hasta 2019, el sindicato y Urbaser ha mantenido distintas reuniones desde enero pasado para solventar el problema. Pero “desde la semana pasada la negociación está en punto muerto”, ha expresado el sindicato, que los trabajadores están “hartos de ceder, porque siempre están cediendo y cediendo”.
Los trabajadores reclaman que se firme un convenio de empresa para todos o “que se aplique a todo el mundo el actual convenio estatal de aguas”. Esta última decisión supondría la actualización salarial y la reducción de jornada que solicitan. Con incertidumbre por el curso que tomará la protesta, los empleados piden “igualdad y que los puestos estén equiparados”.
Pese a que la plantilla se ha mostrado flexible para que se ofrezcan las mismas condiciones a todos los implicados, la UTE “se niega en banda” a igualar la situación de los empleados y propone “una subida salarial ridícula”, expone Beltrán Roca.
Esta empresa acarrea pérdidas debido a que la recogida neumática de residuos, un sistema consistente en tubos introducidos debajo de la tierra, sin contenedores ni camiones, requiere una gran inversión y un alto coste de mantenimiento, según los trabajadores, que no se rendirán hasta lograr el convenio colectivo.
El primer teniente de alcalde de Rota, Daniel Manrique de Lara, se ha ofrecido para mediar entre el sindicato y la empresa de servicio. De esta forma, CNT tiene previsto una reunión con el edil este miércoles donde “vamos a exponerle nuestro punto de vista e intentaremos a ver si con su mediación es posible”.
Los trabajadores lo tienen claro, “vamos a estar hasta final de agosto, hasta que lleguemos a un acuerdo”. Por tanto, las movilizaciones del colectivo continuarán, en principio, en la rotonda de la entrada de Costa Ballena entre las 10:00 y las 10:25 horas para luchar por su futuro laboral.