La parroquia Divino Salvador de Vejer instala un dosificador de agua bendita para evitar que los feligreses metan las manos en la pila bautismal y evitar así posibles contagios de coronavirus. "Con el covid-19, las pilas de las iglesias han tenido que vaciarse. Por eso, para no perder su presencia en nuestra parroquia, hemos instalado un dosificador automático con agua bendita, para que al entrar, justo encima de la pila, puedas santiguarte y revivir la gracia bautismal", explica la iglesia en redes sociales.
"Es muy sencillo, sitúa tu mano bajo el dosificador, y caerá de forma automática un poco de agua bendecida. Así evitamos posibles contagios, pero mantenemos nuestra confianza en la gracia de Dios", reseña la parroquia, que recuerda que "entre los sacramentales católicos se encuentra el uso del agua bendita, con sus innumerables gracias sobre nuestra vida cristiana y lucha contra el tentador".