El Ayuntamiento de Benalup se personará como acusación particular por un presunto caso de maltrato animal tras la aparición de un perro de tres años, Chocolate, cuyo examen forense ha dictaminado que murió de un disparo en la cabeza, pero que descarta vejaciones previas. El animal aparecía muerto hace unos días en Benalup. La imagen se ha compartido miles de veces en redes sociales y se ha extendido como la pólvora toda una sarta de vejaciones infundadas, tal y como ha demostrado finalmente el examen del forense en una clínica veterinaria de Conil donde, además, permanece congelado el cadáver del animal por si finalmente se instruyen diligencias y el juez ordena un nuevo análisis. El cuerpo sin vida del cachorro, tirado en un charco, maltratado y violado, provoca multitud de comentarios que censuran la actitud de su dueño. El can, supuestamente utilizado para que participe en peleas con otros animales, también se suponía quemaduras en su cuerpo, algo que también ha descartado el examen veterinario.
"Ha quedado claro, una vez hecha la necropsia, que el perro murió por un disparo en la cabeza con escopeta de caza. El esfínter aparece dilatado porque llevaba ocho o nueve días muerto y eso es algo frecuente, pero no ha habido lesión anal, ni señales de quemadura tras examinar el cuerpo. Hemos entrado en contacto con las protectoras de animales, hemos congelado el cuerpo, nos vamos a personar para que si el Juzgado pide analizar el cuerpo, está ahí; pero hay que parar la imagen tan lamentable que se está transmitiendo de Benalup por este caso aislado", han confirmado fuentes municipales a lavozdelsur.es.
El Ayuntamiento de Benalup, en un comunicado, señala que “no hay constancia de denuncia alguna ni en la Policía Local ni en el Puesto de la Guardia Civil” sobre los hechos que se han viralizado en las redes, y el Consistorio añade: “Somos los mayores defensores contra el maltrato animal, como así lo constatan nuestras ordenanzas municipales, aprobadas por el pleno, que regulan la tenencia y circulación de animales domésticos, y que recogen la protección animal y las prohibiciones de maltrato, no manteniéndose pasivo este Ayuntamiento en el cumplimiento de las mismas”.
La alcaldesa, Amalia Romero (PSOE), manifiesta su “disconformidad” con las publicaciones en redes sociales y las considera “totalmente injustas”, porque “se responsabiliza, se acusa, se descalifica, se insulta y en definitiva se criminaliza ya no sólo a este Ayuntamiento, o a alguno de sus vecinos en particular, sino a todo un pueblo, de un hecho repudiable y aislado en el caso de que se confirme”.
El Consistorio recuerda que “es obligación legal y moral ante un caso de maltrato animal denunciarlo formalmente mediante los cauces legales y no sólo poner altavoz en redes sociales sin pruebas constatadas, por parte de usuarios de las mismas que incluso ni residen en nuestro municipio ni en la zona, para atestiguar lo que publican”. También se investiga si las acusaciones vertidas en redes sociales constituyen un posible delito contra el derecho al honor. La activista que denuncia los hechos sostiene que “la Policía Local y la Guardia Civil ignoraron completamente una llamada alertándoles de un caso de flagrante maltrato” y se pregunta: “¿Se han pedido responsabilidades por estos hechos?”
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