La cita tiene lugar en su despacho del Castillo de Luna, una fortaleza declarada Bien de Interés Cultural, construida por la casa de Arcos, que ahora alberga la sede del Ayuntamiento de Rota. José Javier Ruiz Arana (Jerez de la Frontera, 1977) es alcalde de la localidad desde junio de 2015, cuando dejó de ejercer como arquitecto. Estudió en las Universidades de Sevilla y Venecia, para luego ejercer como director de obras en una empresa constructora y como arquitecto municipal en el Ayuntamiento de Sanlúcar, donde pudo conocer una administración por dentro, algo que le ha ayudado en su etapa como regidor.
La legislatura anterior ya fue concejal, esta vez en la oposición, para luego dar el salto como candidato a la Alcaldía del PSOE y romper así doce años de bipartito de PP y Roteños Unidos, unas formaciones que se han visto envueltas en escándalos de corrupción, algo que ha condicionado su mandato. “El 95% de los servidores públicos somos honrados, pero al final destacan los casos que son aislados pero emborronan toda la gestión”, sostiene Ruiz Arana, al que le sigue molestando que le digan que “todos los políticos son iguales”, aunque cada vez menos, porque, en su caso y el de su equipo de gobierno, cuenta que “entrar en política no nos supone una mejora en la calidad de vida, sino más trabajo”.
¿Qué ha cambiado en Rota desde su llegada a la Alcaldía?
Han cambiado muchas cosas. A nivel interno, la manera de concebir el Ayuntamiento como una administración que condicionaba por dónde tenían que direccionarse las oportunidades que se generaban, que era pasar por el dedo de la Alcaldía en su momento. También se llevaba el ayuntamiento sin un proyecto claro de hacia dónde quería ir la ciudad. La ordenación interna era un desbarajuste, con muchas empresas y organismos autónomos que tampoco solucionaban la gestión, por lo que se han suprimido organismos que no servían para nada, se han actualizado departamentos fundamentales y se está poniendo al día la forma de trabajar del Ayuntamiento. Había una percepción por parte de la ciudadanía de que la institución no era asequible, por el ordeno y mando de los anteriores gobernantes. Ahora ven que hay un gobierno más abierto, más cercano a los problemas de los ciudadanos.
Ha puesto en marcha varias bolsas de empleo, ¿puede asegurar que se acabaron los enchufes en Ayuntamiento?
Totalmente. Desde junio de 2015 se acabaron los enchufes. Y otra cuestión que nos preocupaba era que hubiera una dependencia excesiva y que las aspiraciones laborales de muchos ciudadanos fueran que los contratara temporalmente el Ayuntamiento. Estamos intentando cambiar de forma radical esa dinámica, de manera que haya otras iniciativas, que haya formación para los jóvenes, para aprovechar otras oportunidades que da el municipio y no que las aspiraciones fueran pasar por el dedo de la Alcaldía.
"Estamos intentando cambiar de forma radical la dinámica de anteriores gobiernos para que las aspiraciones laborales de muchos ciudadanos no sean pasar por el dedo de la Alcaldía"
¿Es complicado desterrar esa idea?
Es complicado, sobre todo porque ha habido una política durante muchos años que ha fomentado eso. Pero también es cierto que poco a poco la gente se va concienciando. Cada vez que hacemos una jornada o una iniciativa intentamos que vaya calando ese mensaje. Eso no quita que el Ayuntamiento dé oportunidades, pero no puede ser la única salida laboral que se ofrezca en la ciudad, tiene que haber otras muchas. Una puede ser la Base, otra el Ayuntamiento, pero hay muchas oportunidades que tenemos que intentar poner encima de la mesa.
¿De qué actuación está más orgulloso?
Lo que destaco siempre, a falta de tener una posibilidad de hacer cosas más llamativas, es que en el día a día se están sacando adelante muchísimas actuaciones partiendo de la base de que había una situación económica complicada y un endeudamiento alto. Lo que más destaco es haberle dado normalidad a la situación municipal, que eso lo agradece el ciudadano. Vamos sacando proyectos en zonas de la ciudad donde hacía tiempo que no se actuaba. Los cinco millones de euros de la Edusi es una de las cosas que más orgullosos nos hace sentirnos, porque ha supuesto plantear en muy poco tiempo una estrategia de desarrollo urbano que calara y que fue de las mejores puntuadas por el Ministerio.
¿Y el peor momento?
Lo más difícil es cuando tenemos que afrontar las dificultades que van surgiendo en temas burocráticos. Muchas cuestiones se complican porque hay mucha cautela por parte de los técnicos y eso hace que las cosas vayan más lentas. Quizás tuvimos más dificultad cuando hubo un cambio de concejal, que tuvo que salir y se cambió el gobierno por una circunstancia que además me pareció injusta en su momento.
Se refiere a la salida del edil Torres Hurtado por haber construido una vivienda de forma ilegal en suelo rústico…
Es una cuestión que no formaba parte de esta época, se hizo años atrás. E incluso podría decir que se usó de forma interesada por el gobierno anterior, que lo metió por junta de gobierno justo antes de salir del Ayuntamiento. Pero en cuanto se detectó esa situación y tuvimos conocimiento, se puso en conocimiento del concejal y él entendió que lo mejor era salir y que sigamos trabajando con normalidad. Creo que fue una cuestión que duró un par de semanas y a partir de ahí se ha vuelto a la tranquilidad porque se actuó con transparencia y con responsabilidad.
Javier Ruiz Arana, durante un momento de la entrevista con lavozdelsur.es. FOTO: MANU GARCÍA
¿Cuánto daño han hecho los casos de corrupción de anteriores gobiernos?
Fue un shock en el pueblo, porque aquí no había esa sensación hasta que empiezan a ponerse sobre la mesa los casos. Al principio hubo un poco de incredulidad pero después cuando se vio que eran ciertas las sospechas y que estaban actuando de forma irregular los exalcaldes del PP y de Roteños Unidos, mucha gente se vio muy desilusionada. Se vivió con mucha tristeza que saliera Rota en los medios de comunicación por la actuación irresponsable e ilegal de sus alcaldes, y además también porque afectaba a funcionarios de la localidad. Pero la gente quiere ir pasando página y que vuelva la normalidad.
¿Acusa ya el desgaste que conlleva el poder? ¿Se plantea seguir a partir de 2019?
Tenemos más canas, más ojeras… (risas). Algo se acusa porque el ritmo de tu vida cambia, pero cuando te comprometes con un proyecto a largo plazo lo que quieres es ver concluidos los compromisos que se adoptaron para estos cuatro años y sobre todo ver que esos compromisos tienen una continuidad. Siempre comento que cuatro años son pocos. Hemos hecho los dos primeros años la cimentación, la estructura, ahora estamos haciendo la fachada y lo que nos gustaría es ver puestas las ventanas, el edificio pintado y funcionando.
Hace poco anunciaron que Rota tendrá un Museo Municipal, ¿qué otras actuaciones tienen pensadas para fomentar la cultura?
Dentro del proyecto cultural con el que nos presentamos a las elecciones había una cuestión que era recuperar la iniciativa de tener un museo, para contar con mayores atractivos para las personas que nos visitan y alicientes para el ciudadano de Rota, para que pueda tener una perspectiva de la historia de su municipio. Es sorprendente que no la tenga en el año 2018, es decir, que durante tantos años haya habido personas que han estudiado la historia de la localidad, que se hayan hecho recopilaciones y que haya habido incluso hallazgos arqueológicos pero sin embargo no haya un espacio para poner todo eso. Queremos tener ese museo de la historia municipal donde se albergue toda esa colección municipal y además hay otras ofertas culturales y turísticas encima de la mesa, como puede ser el centro multicultural de la Base Naval que queremos poner en marcha.
Han estrenado recientemente el Festival de la Pizza de Rota, ¿qué otras acciones tienen en mente para desestacionalizar el turismo?
La valoración que hacemos es muy positiva, se superaron las expectativas en cuanto a asistencia de público. Los pizzeros estaban encantados, todos dispuestos a repetir la iniciativa y ya estamos pensando en mejorarlo el año que viene, y mantener la fecha para que venga gente fuera de la temporada de verano. Queremos aprovechar los eventos para atraer público, por ejemplo, poniendo en valor el auditorio municipal, que es un equipamiento fantástico que nos puede permitir realizar actuaciones culturales o congresos. Es difícil luchar contra la desestacionalización, pero estamos centrándonos en intentar que haya actividades durante todo el año.
"Hace falta que llegue una autovía, aunque una vez esté hecho el desdoble de la A-491 seguiremos pidiendo los sucesivos"
Un hotel de Costa Ballena quiere construir un parque acuático y usted defendió en pleno que daría trabajo, ¿por qué cree que es bueno este proyecto para Rota?
Primero, porque es un atractivo más de un equipamiento que no existe ahora mismo. Va a permitir que haya una mayor oferta para esos establecimientos hoteleros, porque sale a concurso y estamos pendientes de quien pueda ser el adjudicatario, pero aun así no solo servirá para esa instalación hotelera sino para el público en general que venga a Rota a disfrutar de ese espacio. Y además, por el proyecto que se ha presentado. Estamos hablando de 20 a 25 puestos de trabajo, por lo que entendemos que es positivo. ¿Qué tiene de negativo? Lo han querido plantear como que no es sostenible, dentro de un complejo como Costa Ballena que se caracteriza por estar diseñado con criterios de sostenibilidad, en una urbanización que a efectos de vegetación y jardinería cumple unos estándares por encima de la media. Además, en un municipio que hace un esfuerzo importante por ser eficiente con el agua. Que encima tengamos que renunciar a este tipo de iniciativas por cuestiones medioambientales me parece injusto.
¿Hace falta?
La cuestión es la oferta y la demanda. Es una iniciativa privada que al Ayuntamiento no le supone ningún coste, y si la empresa privada plantea que se va a generar empleo y que a la administración no solo no le cuesta dinero sino que va a tener un beneficio económico por la concesión, plantear si hace falta o no me parece un poco absurdo, para nosotros no es un esfuerzo inversor.
El ansiado desdoble de la carretera de Rota no llega, pero se mejorará la A-2078 con 5,5 millones procedentes de la Junta, ¿sirve de consuelo?
No, no creo que sea una cuestión de consuelo, sino de ser prácticos y realistas. El objetivo es el desdoble, queremos que se desdoble por este orden: A-491, A-2078 y A-2075. La prioridad es la A-491, porque no tiene sentido que se llegue a un punto por dos autovías y que después hasta Rota haya diez kilómetros de carretera convencional. Hace falta que llegue una autovía, que la que ahora mismo queda más cerca, la A-491, el desdoble termina en el cruce de Jerez, y lo que queremos es que termine en la entrada de Rota. Y una vez esté hecho ese desdoble seguiremos pidiendo los sucesivos. Como sabemos que además la situación es complicada económicamente, somos realistas, y por tanto si ahora mismo se puede atender una inversión pequeña y la Junta plantea que reducirá los índices de siniestralidad, para nosotros bienvenido sea, porque no vamos a estar esos años esperando con una carretera del siglo XIX.
Las manos de Ruiz Arana, señalando el mapa de Rota que tiene en su despacho. FOTO: MANU GARCÍA
Hace unos meses mandó una carta al comandante de las actividades navales de Estados Unidos para pedir que cesen los despidos en la Base, pero poco más se sabe del asunto, ¿está estancado?
Se ha vuelto a anunciar huelga por parte de la plantilla y eso es un síntoma de que no se avanza en las negociaciones. La empresa se sigue sintiendo fuerte porque se ve apoyada por el Gobierno americano y no ve ningún tipo de presión por parte de quien tiene que defender a los trabajadores españoles, bajo mi punto de vista, que es el Gobierno español. Ante esa tesitura presionan porque quieren tener más rendimiento económico, que es legítimo, pero también es verdad que tienen que respetar el convenio como dice la Justicia y además tienen que cumplir un contrato con los trabajadores, a los que estaban obligados a subrogar. Hace falta que haya un toque de atención por parte del Gobierno central, que se ha lavado las manos en este asunto.
El buque USS Donald Cook, uno de los cuatro destructores que la US Navy tiene en la base de Rota, participó en el ataque de Estados Unidos contra Siria, ¿teme por la seguridad de sus ciudadanos?
No, nosotros llevamos más de 60 años conviviendo con la Base y el ciudadano de Rota no tiene sensación de peligro. No somos ilusos, sabemos que la Base entraña su complejidad y su riesgo pero no es la primera vez que hay actividad militar por parte de EEUU y aquí la situación nunca ha cambiado. Que el destructor que tira las bombas esté en Rota o en Nápoles… creo que de eso no tienen la culpa ni Nápoles ni Rota, es decir, que salgamos en los medios de comunicación diciendo que hay un destructor que ha tirado bombas y que tiene base aquí también me parece injusto.
"La principal fuente de ingresos sigue siendo la Base, con lo cual sería un desastre que no estuviera"
No hablaba de perjudicar la imagen, sino de seguridad.
No, no ha pasado en otras situaciones parecidas y la situación no cambia. Cuando en su momento se puso el escudo antimisiles todo el mundo pensó que iba a ser un objetivo de otros países, es justo lo contrario, hay mayor protección si cabe por el hecho de tener esa dotación aquí. No le veo que haya mayor peligro, simplemente me parece anecdótico.
¿Es posible imaginar una Rota sin la Base?
Es complicado. Es un municipio eminentemente agrícola y ganadero y en la situación actual sería difícil pensar en una situación alternativa, porque sobre todo hemos intentado diversificar la economía para que se aprovechen otras vías, como el turismo, la agroindustria o el sector servicios, pero la principal fuente de ingresos sigue siendo la Base, con lo cual sería un desastre que no estuviera. Tendríamos que tener una alternativa de empleo muy potente para garantizar que esos 1.000 puestos de trabajo directos, más los indirectos, y todo lo que mueve alrededor, se vieran compensados con otro tipo de economía. Ahora mismo parece difícil viendo lo que hay en el entorno.
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