Llega el verano. La época estival es la de las obras tradicionalmente en centros sanitarios. Cierres de plantas para obras. Reorganizaciones para obras. Y este verano, la situación de la crisis sanitaria provoca dudas sobre si el SAS hará obras o no. "En principio, no tenemos constancia de ninguna", viene a decir un delegado sindical. La pasada semana, los profesionales de los centros de salud entregaron su plan de vacaciones, más tarde de la cuenta con razón del coronavirus. La declaración del estado de alarma provocó que se retirasen todas las vacaciones a la plantilla, y se les volvió a llamar a primera fila. Ahora, a la incertidumbre sobre cómo se desarrollará la pandemia se suma el silencio del SAS en la provincia de Cádiz.
Los sindicatos quieren que sea un verano diferente. Uno en el que no lleguen esas obras ni cierres descontrolados. "Estamos pidiendo un refuerzo para la atención primaria porque se va a sobrecargar más de lo que ya estaba", alerta Jorge Navarro, delegado sindical de Comisiones Obreras de Atención Primaria en el Distrito Sanitario del Campo de Gibraltar. Para Navarro, "el papel de los centros de salud es ahora fundamental".
En la provincia con mayor proporción de sanitarios infectados, ahora se ha puesto en marcha un protocolo por el cual todos los pacientes con enfermedades respiratorias son aislados. "Es decisivo para el control de la primaria". Y viene una nueva batalla para la salud. "Súmale estos meses las visitas normales, los controles de crónicos, el Niño Sano...". Por eso, este es el año en el que necesitamos más personal y más medios. Un retén de mascarillas, EPI... "En marzo, el contagio ha sido importante. Se ha debido a la falta de material. Ahora parece que hay, gracias a Dios", señala.
Las claves son que los centros de salud van a servir como alerta ante posibles rebrotes durante y después de la desescalada. "Tenemos que acompañar la labor hospitalaria. Y la Atención Primaria ha sido fundamental también para el seguimiento de los casos mayoritarios de coronavirus, que son los leves que se han puesto en cuarentena en sus casas. Mientras, somos la cenicienta del sistema de salud".
En este tiempo, además, en los centros de salud se ha aprendido a a realizar teletrabajo, como lo es la enorme tarea burocrática de muchos profesionales. "Eso ha estado genial y se pretende continuar, creo que funciona. Ha sido un antes y un después", celebra Navarro. Esta enseñanza llega en un momento clave para la sociedad. Los centros de salud son aquellos por donde más pacientes desfilan. El ajetreo diario, flujo de personas, es mayor que en los hospitales, a los que se acude para atención de especialistas principalmente, además de Urgencias graves. El reto está en conseguir mantener a salvo a los centros de salud de coronavirus para que sigan funcionando y descongestionando. Pero, claro, para eso, reincide Navarro, se necesitan "más personal y recursos".
Desde CCOO en Jerez explican que los centros de salud del área sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y la Sierra afrontan las mismas dudas. "No nos han facilitado los planes de desescalada de la gerencia", que se ha renovado recientemente. "Hay ocultismo en el SAS. No se atreven a decir nada". Sí que han visto un pequeño aumento en la cantidad de contratos previstos, "pero no sabemos dónde, si en hospitales o centros de salud". Ortiz de Valdivielso, el nuevo gerente, afronta ahora una situación en la que "ha habido problemas, como cierre del centro de salud de Montealegre en Jerez, luego reabierto, o la reubicación de pacientes de San Telmo, lo que ha generado una protesta vecinal". En ese contexto, tiene que afrontar el verano, con varios centros en lugares de costa.
En estos dos distritos santiarios que comparten gerente (Costa Noroeste con Jerez, y Sierra por otra parte), sí hay cada año problemas de contratación. "Hay problemas de cobertura, hablamos de reducciones de personal cada año y ajustando mucho los cupos de profesionales". Estos son los de personal que está todo el año y personal que llega de nuevas de la bolsa. El plan es que los veteranos nunca sean menos del 30% en los servicios.
Y hay otra realidad. La de que es más que posible una situación de estado de alarma que obligue a cancelar vacaciones y llamar a los profesionales a filas. Para eso, indican fuentes sanitarias, es fundamental que haya previsión. La duda está en cuándo coger vacaciones. Si vienen de otras partes de España cuando decaiga la alarma, la incertidumbre será mayor. Una pandemia azota al mundo y el sentir de los sanitarios es la de que las cosas "ojalá" funcionen bien, que los servicios que queden en periodo estival afronten los posibles casos, al menos en servicios estratégicos para el control epidemiológico como son los centros de salud. "Esperemos", remachan.
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