En medio de una acera, tirado en cualquier esquina, delante de un portal, en una de las rayas de un paso de cebra y hasta encima de un coche. Los patinetes eléctricos de alquiler que comenzaron a circular a finales de julio en El Puerto han sembrado la polémica. El nuevo servicio que llegaba con buenas intenciones de mejorar la movilidad en la ciudad ha dejado imágenes de lo más curiosas que demuestran el incivismo latente por parte de algunos vecinos.
Un total de 600 patinetes de tres empresas especializadas Link, Superpedestrian y Byrd han cumplido un mes merodenado por las calles. "Es fundamental que la ciudad avance hacia un modelo que reduzca el uso del vehículo, fomentando el transporte público y haciendo un Puerto más sostenible", comentaba el alcalde Germán Beardo en la presentación de la iniciativa.
Mientras que algunos vecinos han hecho un buen uso de este servicio novedoso -por ejemplo, para desplazarse al centro desde las distintias urbanizaciones- otros se han dedicado a protagonizar actos vandálicos provocando la indignación de muchos portuenses.
Turistas, residentes y locales que han manifestado su rabia en las redes sociales, plagada en las últimas semanas de fotos de patinetes en lugares donde no deben estar. "A las 7 de la mañana esto es lo que se ve en la calle, vergonzoso", ha expresado un usario en Facebook en una publicación acompañada de una imagen en la que se observa uno de estos vehículos sobre un coche.
Parece que no ha quedado claro dónde se deben aparcar estos patinetes. Solo hace falta un poco de sentido común para averiguarlo: donde no cause molestias para los peatones ni para los conductores. No hay más truco.
El Ayuntamiento informó que todos los aparcamientos de ciclomotores y bicicletas serían de uso compartido para estos inquilinos con ruedas. Es decir, hablaba de "la convivencia entre los distintos medios de transporte, cuidando especialmente al peatón y ordenando el espacio público". Además, explicaba que los patinentes tienen bloqueado el acceso a las calles peatonales. Algunos no lo entienden. El vandalismo, el incivismo y la 'gracia' de unos cuantos. Lo de siempre.
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