Los pescadores y mariscadores de Sanlúcar, ante los vertidos de Aznalcóllar en el río: "Necesitamos claridad"

La cofradía pesquera ubicada en el puerto de Bonanza ha recibido información de ecologistas y científicos, por un lado, y de la propia mina Los Frailes, por otro. Pero echa en falta que las administraciones se impliquen: "No sabemos a quién creer"

Un barco en el puerto de Sanlúcar, en una imagen de archivo.

El vertido en el Guadalquivir de aguas procedentes del trabajo minero de Aznalcóllar, y la depuración de restos del desastre de 1998, están levantando un reguero de dudas. La Junta y la empresa minera Los Frailes, además del alcalde de Aznalcóllar, explican que se trata de un vertido que cumple con la directiva europea, y que en algunos extremos, es incluso más exigente que aquella. Por otra parte, un catedrático de la Universidad de Sevilla presentará este jueves un informe que habla de los peligros de que los restos de metales pesados y tóxicos, los que no serán filtrados, podrían acabar en el fondo del río y de ahí pasar a orillas y cadena trófica en el estuario, y que además se sumará a otro vertido, el de Cobre Las Cruces, que es similar. En un amplio reportaje publicado en lavozdelsur.es el pasado sábado, se contraponen ambas versiones sobre qué supondrá el vertido de Aznalcóllar en el Guadalquivir, a la altura del Estadio de La Cartuja.

Más allá de lo que ocurra en el estuario interior, está la pregunta sobre el estuario exterior y la desembocadura del Guadalquivir. Es decir, donde el agua es salina. Y las consecuencias para sectores como la pesca y el marisco. Desde la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar explican que de primeras apenas fueron informados sobre este proyecto, que en realidad viene fraguándose desde hace una década. Ha sido en este 2024 cuando han comenzado a recibir algo más de información.

"En enero, aproximadamente, vinieron de Ecologistas en Acción a contarnos cómo veían el asunto y nos explicaban que teníamos tiempo de hacer alegaciones. Ante esa información inicial, el tema nos ha preocupado, para saber si hay carga contaminante. Nos preocupa la salud del estuario".

En los siguientes meses, preguntaron a la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Elevaron escritos que no han recibido respuesta formal, aunque sí, posteriormente, y tras insistir por correo, cierto 'feedback'. Hace mes y medio, el catedrático universitario que ha hecho el informe demoledor sobre los vertidos, Jesús Castillo, participó en unas jornadas donde también estaba el Ifapa, y el tema "se puso sobre la mesa". Hace algo más de una semana, Mina Los Frailes también acudió para contar su versión, con un documento de más de 200 páginas. "Estamos estudiándolo".

"Lo que queremos es un estuario con al menos la misma calidad que tiene ahora. Desarrollamos una actividad con 140 barcos, una producción de entre 4,5 y 5 mil toneladas, y queremos seguir con la riqueza del caladero". La pesca de Sanlúcar va desde el langostino o la gamba blanca hasta las acedías, chirlas, chocos o doradas. Principalmente, 21 especies que dan nombre por todo el mundo a este puerto.

"Poco a poco, vamos recopilando información". Pero, por el momento, no tienen una postura. "Esto es como en todo, cada cual podría llevar parte de razón y cosas que la otra parte no nos termina de contar". Subraya que tiene en cuenta otra de las realidades del asunto: que algo hay que hacer con los residuos generados en el accidente de 1998, algo que corresponderá a la empresa. Si en unos diez años no se afronta el problema, podría desbordar y generar una nueva catástrofe natural.

"Nos preguntamos si eso se puede gestionar de otra manera. Nosotros no somos especialistas en minas y no queremos ponernos de parte de unos o de otros. Y no queremos que haya vertidos y que al tiempo en un análisis diga que hay metales pesados en nuestros productos, un langostino contaminado sería un daño muy grande". Por todo ello, se preguntan "a quién creer", si a quien les avisa de que el comportamiento del río provocará contaminación o a quien insiste que cumplen con la ley.

La postura es que nunca ha habido ningún positivo en "los análisis de metales pesados que realizamos". Según el tipo de pescado, molusco o crustáceo, por sus propias características, se hace incluso mayor hincapié en ciertos parámetros. "Nunca ha habido un positivo, tal y como está documentado. ¿Qué puede pasar? Eso no lo podemos saber".

Dicho eso, "por preferir, preferiríamos que no se vierta esa agua procedente de Aznalcóllar en el río, pero esto no saldrá o dejará de salir porque digamos que sí o que no, sino porque la administración lo autorice. Ojalá no estuviéramos en esa tesitura, pero es algo que nos excede. Entendemos que para la administración, la minería quizás es más prioridad, pero volvemos a que trasladamos que al menos se mantenga la calidad del río". Y anuncian: "Vigilaremos al máximo".

Lo que más ha echado en falta la pesca de Sanlúcar ha sido que la Junta de Andalucía "nos trate como parte implicada, para tener acceso a la información. Al menos sabemos que han hecho acuse de recibo de esa petición, pero nos falta su visión del asunto. Tenemos la visión de los científicos de la Universidad de Sevilla y de los ecologistas; tenemos también la de la mina; pero nos falta una reunión con la administración para que nos den garantías. Lo que necesitamos es claridad". 

Un punto más allá es que "el río Guadalquivir tiene muchas administraciones detrás, y echamos en falta una gestión integral". Es decir, que más allá de confederaciones, Junta o Gobierno central, con responsabilidades compartidas según el asunto, que haya una entidad concreta que estudie estos casos y sirva como punto al que acudir ante una situación como la que se vive. 

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