Un vecino de Sanlúcar ha compartido en varios grupos de Facebook la tragedia que atormenta a su familia desde que Eduardo, su padre, sufrió un aparatoso accidente mientras pescaba en la zona de Bajo de Guía, cerca de una boya roja del coto de Doñana. El sanluqueño, marinero desde los 11 años hasta que se jubiló, se encontraba el 14 de abril de 2021 en una barca que se compró "para seguir haciendo lo que más le gusta en la vida", cuando un barco pesquero le abordó.
Según cuenta el hijo, que no puede entrar en detalles al tratarse de un caso en proceso judicial, aquel fatídico día Eduardo fue atendido por el 061 y, acto seguido, trasladado al hospital Virgen del Camino. "El diagnóstico fue grave, amputacion de pierna izquierda a la altura de la rodilla por la hélice del barco, rotura de cadera, hombro, cinco costillas,entre otras tantas cosas", explica.
Después, fue trasladado al hospital Puerta del Mar en Cádiz, donde a la salida de un TAC, entró en parada cardiorrespiratoria. "Después de estar en la UCI durante 51 días, lo pasaron a planta. El resultado cuando despertó no fue nada bueno. Daño cerebral por la parada, traqueostomia para poder respirar, sonda peg para poder alimentarlo, sonda vesical para poder hacer pipí", detalla su hijo.
Tras 5 meses, le dieron el alta, pero, para continuar con su rehabilitación neuronal tuvieron que desplazarse a Sevilla, único lugar donde podía recibir esta atención. Según cuenta el sanluqueño, el coste es de 9.380 euros al mes, que aún no han podido pagar.
Su hijo ha movido cielo y tierra para poder costear el tratamiento de su padre. "El seguro del barco nos hizo un ingreso a la cuenta del juzgado para los gastos médicos de mi padre. Llevamos un año tirando de la paga de mi padre para poder subsistir y pagar todos los gastos de traslados para poder cuidarlo. El hospital de sevilla aún no se ha pagado porque la jueza aún no ha desbloqueado el dinero", señala.
La familia lamenta que, tras el accidente, nunca contaron con ayuda psicológica, ni económica, ni de asistencia social. "Tampoco recibimos consejos de especialistas para saber qué hacer con mi padre", añade.
A estas circunstancias se suma que el fémur, también roto en el siniestro, no ha soldado bien tras la operación. "Nos trasladan de un hospital a otro para operar y, como tiene tanta suerte se decide dejarlo así porque supuestamente no se va a salir de la piel. Tenemos dos semanas para buscar otro sitio donde llevarlo, necesita rehabilitación todos los días, dinero no tenemos ni para llevarlo a mi casa porque no está preparada", expone el vecino que pide ayuda y "justicia" para su padre.
Muchas personas han mostrado su apoyo a Eduardo a través de las redes sociales. "Un año de ese maldito día y cada día que pasa os ponen más trabas, no es justo, pero hay que seguir luchando hasta el final", comenta una mujer. Otras reclaman que al afectado le correspone "una súper mega indemnización que debe de ser luchada en un juzgado".
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