La Guardia Civil de la provincia de Cádiz, en el marco de la operación denominada Fridenan, ha desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de drogas al menudeo en la sierra de Cádiz, una organización que llevaba tiempo dedicada al tráfico de cocaína.
Este grupo, según cuenta la Guardia Civil, hacía “grandes alardes de su poder adquisitivo en las localidades donde estaban asentados”. El líder se había provisto de un fuerte patrimonio económico, como coches de alta gama, joyas, motos de agua, viviendas y una casa rural equipada con todo tipo de lujos, siendo esta su joya donde organizaba grandes fiestas y se hacía apología de la cultura narco. Todo lo trasladaba a las redes sociales del mismo modo que subía vídeos conduciendo llamativos vehículos de manera agresiva y temeraria, con su BMW dorado tan ostentoso e identificable.
Ante esta situación “tan alarmante” la Guardia Civil, una vez identificados los miembros de esta organización, y asignado a cada uno de ellos los roles que desempeñaban en la misma, procedieron a solicitar de la autoridad judicial los correspondientes mandamientos de entrada y registro en los domicilios que previamente se habían controlado.
Se han realizado 7 registros y practicado 5 detenciones a los miembros de la organización, cuyos dos cabecillas han ingresado en prisión. Los líderes de la organización utilizaban el dinero obtenido, mediante el tráfico de cocaína, para organizar fiestas muy ostentosas como signo de poder en la zona.
Cuatro meses de investigaciones: actuaban con total impunidad
La operación comenzó el pasado mes de mayo cuando la Guardia Civil de Arcos de la Frontera tuvo conocimiento de la existencia de un grupo de personas que podían constituir una organización criminal que operaba en la zona “con total impunidad”, dedicándose al transporte y venta de las sustancias ilícitas en diferentes localidades de la sierra gaditana.
En la mañana del 3 de agosto, se llevaron a cabo loa registros autorizados con las detenciones llevadas a cabo y la incautación de 120 gramos de cocaína, tanto en roca, como cortada y en forma de dosis listas para su venta, diversas cantidades de hachís y marihuana, también listas para ser comercializada.
También se localizaron numerosos efectos como 5 balanzas de precisión y una gran cantidad de facturas de todo tipo, entre ellas algunas por importes superiores a los 1.000 € en consumiciones en locales de copas de la zona, u otras por importes de más de 3.000 €, que difícilmente se correspondían con personas sin actividad profesional legal reconocida.