El mundo de las letras andaluzas está de luto. El escritor gaditano Antonio Hernández ha fallecido en la tarde del pasado sábado a los 81 años de edad. El Ayuntamiento de Arcos, su municipio natal, ha lamentado su muerte en Cádiz, donde llevada unos días ingresado.
Antonio Hernández (1943) fue reconocido con el Premio Nacional de Poesía (2014) y la Medalla de Andalucía (2015). Fue un poeta, novelista y ensayista "de extraordinaria talla", remarca el Consistorio, cuyas palabras "supieron traspasar fronteras y calar hondo en la literatura española".
Poeta encuadrado en la denominada Generación de los 60, y también autor de novelas, ensayos y artículos en prensa, su obra cultiva la memoria de la infancia, el lirismo y la emoción, con un estilo caracterizado por un profundo sentido del ritmo y una gran precisión expresiva y formal, destaca la Junta.
Premio Nacional de Poesía en 2014 por Nueva York antes de muerto, Antonio Hernández cuenta también con importantes galardones como el Miguel Hernández (1983), el Tiflos (1987), el Jaime Gil de Biedma (1993), el Unicaja de Poesía (2000) y el del Centenario del Círculo de Bellas Artes de Madrid (1980).
En el ámbito del ensayo recibió los premios Hércules y Popular del diario Pueblo por su libro La poética del 50. Una promoción desheredada. Asimismo, ha recibido en dos ocasiones el Premio Nacional de la Crítica (1994 y 2014).
Antonio Hernández tiene publicados unos 40 libros, traducidos a 21 idiomas. El mar es una tarde con campanas (1965), Campo Lunario (1988), Sagrada Forma (1993), Habitación en Arcos (1997) y A palo seco (2007) son algunos títulos de su obra poética, que en 2010 fue recopilada en Insurgencias.
También publicó prosa, como El Betis, la marcha verde (1978), Raigosa ha muerto ¡viva el rey! (1988), Sangre Fría (1994) y Vestida de novia (2004).
"Una estrella brilla en el cielo"
Desde el Ayuntamiento arcense, han transmitido "nuestro más sentido pésame a sus familiares y amigos, y destacar su legado literario, que permanecerá vivo en la memoria colectiva de Arcos y de todos aquellos que admiramos su obra. Antonio Hernández no solo fue un referente literario, sino también un profundo conocedor de nuestras tradiciones, como el flamenco, y un apasionado seguidor del fútbol, especialmente de su querido Betis".
Izquierda Unida de Arcos también ha dedicado unas palabras al literato. "Queremos expresar nuestro más profundo pesar por el fallecimiento de Antonio Hernández, insigne poeta y escritor arcense que ha dejado una huella imborrable en la cultura de nuestro pueblo y en las letras andaluzas y españolas", comentan.
"Antonio Hernández, hijo de nuestra tierra, no solo destacó por su brillante obra literaria, sino también por su compromiso con los valores de justicia social, libertad y dignidad humana. Su legado nos acompaña y nos inspira a seguir luchando por un mundo más justo, como él siempre defendió desde sus escritos y su vida. En estos momentos de dolor, enviamos nuestras condolencias más sinceras a su familia, amigos y a todo el pueblo de Arcos, que hoy despide a uno de sus hijos más ilustres. La poesía de Antonio Hernández seguirá siendo un faro para quienes amamos la cultura y la lucha por una sociedad mejor", expresan desde IU.
La formación confía en que el Ayuntamiento, a través de la delegación de Cultura, promueva un acto o iniciativa que esté a la altura de su legado, para honrar su memoria como uno de los grandes referentes literarios del pueblo y para que las futuras generaciones sigan recordando y valorando su aportación a las letras y al compromiso social.
Remedios Sánchez, presidenta de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos de Andalucía, ha expresado sus condolencias con un emotivo texto. "Cada vez que se nos va un poeta una estrella brilla más en el cielo. Hoy, quienes residáis en Cádiz estaréis viendo que hay una estrella que refulge especialmente. Es nuestro amigo y compañero Antonio Hernández, poeta, crítico sagaz, Presidente de Honor de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos de Andalucía - fue uno de los fundadores- que se nos ha ido despacito, con la delicadeza de un verso, con la prudencia de quien hace años que caminaba sin hacer ruido", dice.