Juan Antonio Guerrero, miembro del comité de empresa de Airbus Puerto Real por CGT y miembro del comité interempresas en Airbus España, ha sido recibido este jueves, junto a sus compañeros Óscar San Miguel y Daniel Martín, por la alcaldesa Aurora Salvador y el concejal José Antonio Montilla, con quienes han tenido ocasión de hablar de su rechazo al cierre de la planta de Puerto Real y de su visión sobre la fusión de las dos plantas de la Bahía.
Desde el sindicato mantienen que "una fusión no es buena cuando de las dos unidades de negocio que hay en la provincia se pierde la de Defensa y se mantiene la de Operaciones; cuando tenemos 60.000 metros cuadrados en una planta y 40.000 metros en la otra y al final de la fusión lo que vamos a tener es un suelo productivo de 48.000 metros; cuando perdemos una planta como la de Airbus Puerto Real situada en un eje industrial con conexión marítima, ferroviaria y terrestre,;cuando en el 2018/2019 teníamos 1.100 trabajadores entre las dos plantas y ahora no llegamos a 750 o cuando estamos perdiendo carga de trabajo en las dos factorías".
"La fusión no puede ser buena si no dejamos espacio para futuras cargas de trabajo como tenemos actualmente en las dos factorías, cuando se van a gastar más de 100 millones de euros para el traslado o cuando por cada puesto de la empresa matriz se van a perder tres de las subcontratas", denuncian.
Respecto a las cargas de trabajo que se están anunciando en los últimos meses CGT sostiene que los 500 aviones encargados por Turquía solo suponen siete meses de trabajo para la provincia. "Si verdaderamente se quiere apostar por el sector aeronáutico en la provincia de Cádiz lo que hay que hacer es traer a la Bahía carga de trabajo de esos últimos aviones que se están vendiendo".
Además de todo ello CGT trasladó a la alcaldesa que existe un acuerdo de traslado que "no se está cumpliendo", en relación a que el proceso no supondría pérdida de carga de trabajo ni de capacidad de producción.
Aurora Salvador se posicionó del lado de los trabajadores señalando que "debe cumplirse el convenio que firmó la empresa con el comité y que de ninguna forma se puede aceptar el traslado de la factoría puertorrealeña sin que se asegure carga de trabajo".
Montilla, por su parte, señaló que se debe romper la inercia de desindustrialización de la provincia. "No podemos olvidar que la planta de Puerto Real ha sido un ejemplo. Fue la primera planta en obtener la excelencia en calidad. La capacidad de los trabajadores de la provincia y la Bahía de Cádiz constituyen un binomio magnífico para el desarrollo de procesos productivos", finalizó