La anunciada marcha de la comunidad de carmelitas descalzas de Sanlúcar ha puesto en alerta a diversos colectivos culturales y sociales de la localidad, que se están uniendo para solicitar a las administraciones públicas, en especial al Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, Diputación de Cádiz, Junta de Andalucía y Ministerio de Cultura, así como al Obispado de Asidonia-Jerez, que salven este importante convento en toda su integridad.
El temor no es infundado. El hecho de que no esté declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) hace temer que la orden de las carmelitas, comunidad que habita actualmente el templo, pueda desprenderse de su patrimonio material cuando abandonen el convento, como así se ha anunciado debido a la falta de vocaciones. No sería la primera vez, de hecho, en Jerez, a apenas 30 kilómetros y en la misma diócesis ya ha pasado con el convento del Espíritu Santo, cuyos retablos se han desmontado y vendido tras la marcha hace años de la comunidad de religiosas que lo habitaba.
Este convento es uno de los tres cenobios de clausura femenina que aún existen en Sanlúcar y uno de los pocos de la provincia de Cádiz. Se trata de un edificio de estilo Barroco de los siglos XVII y XVIII, que se distingue por su gran homogeneidad estética, tanto en arquitectura como escultura, retablística, pintura, orfebrería y otras piezas artísticas, firmadas por prestigiosos artistas de la época. En su interior se guardan piezas como el Cántico Espiritual y Poesías de San Juan de la Cruz (Cántico A) con notas autógrafas del fundador de la Orden de Carmelitas Descalzas, que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2013 (Decreto 80/2013, de 9 de julio) y está considerado una obra maestra de la poesía española; o una carta manuscrita de Santa Teresa, entre otras joyas culturales.
A esta valía arquitectónica, artística, literaria, bibliográfica y documental, se suma el gran valor sentimental que posee este convento para el pueblo de Sanlúcar pues, además de las muchas sanluqueñas que encontraron refugio espiritual en este monasterio, la historia de su fundación es la historia de la ayuda y apoyo prestados por la ciudadanía sanluqueña, que hizo posible la instalación de las carmelitas en la ciudad en el siglo XVII, prestando a la pequeña comunidad llegada de Sevilla sus casas para habitarlas mientras no tenían casa propia y financiando con legados, donaciones, limosnas y dotes el convento y su conjunto artístico, cuyos apoyos económicos se han mantenido hasta nuestros días. Así, el vínculo de este convento con la sociedad civil sanluqueña ha sido y sigue siendo muy fuerte.
Por todo ello, diferentes entidades como la Asociación Sanluqueña de Encuentros con la Historia (Ashea), la Asociación Cultural Aula Gerión, el Círculo de Artesanos, el Ateneo de Sanlúcar y la Asociación de Amigos del Libro y las Bibliotecas Luis de Eguílaz han realizado una recogida de firmas a través de change.org solicitando a las administraciones públicas "que realicen las gestiones oportunas para que este tesoro del Patrimonio Artístico de Sanlúcar de Barrameda y de Andalucía, se preserve en su integridad". "No se puede dejar perder este imprescindible eslabón de Patrimonio Histórico Andaluz, que podría convertirse en el más importante Museo Conventual del siglo XVII en Andalucía, donde no sólo se puedan admirar sus obras de arte, sino el singular modo de vida de las religiosas de clausura en nuestra tierra".