Un trabajador de Cáritas ha mostrado su indignación tras no haber sido renovado en la empresa. Miguel Sanz, natural de La Línea, lleva más de diez años entregando alimentos y ropa a las personas sin hogar gracias a las donaciones de 25 voluntarios que se suman a la causa desde el grupo Sin Límites. Es un incansable luchador contra la pobreza y es habitual verle ayudando a las personas en situación de vulnerabilidad de El Puerto.
Desde que finalizó con 34 años su etapa como futbolista profesional, se ha dedicado a las labores sociales y estaba a punto de cumplir tres años en Inserta Cádiz, una iniciativa social de Cáritas Diocesana de Cádiz para reciclar ropa e insertar personas.
"Hace unos meses comuniqué a la empresa que me iban a operar de prótesis de rodilla. Mi sorpresa fue que 15 días antes de renovarme me dicen que no me renuevan ya que no me ven preparado para salir", cuenta Miguel a lavozdelsur.es.
El hombre lamenta esta decisión por parte de la empresa. "Me abandonan cuando más lo necesitaba, un apoyo en estos momentos duros de operaciones y rehabilitación, dejándome en el paro y en la incertidumbre", expresa con desilusión.
"Al final, Cáritas son números y no miran por las personas", comenta Miguel, que se siente "orgulloso de mi trabajo".
Desde Inserta Cádiz explican a este medio que el contrato de este trabajador finalizó el 30 de septiembre de este año. "Tenemos contratos anuales. No se ha producido ningún despido, le hemos hecho una carta de recomendación porque es una persona con la que hemos trabajado mucho tiempo. Lo hemos hecho todo dentro de la normalidad contractual. No es un caso de despido ni hemos tenido problemas con él", sostienen desde la empresa.
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