Desde este viernes, el Ayuntamiento de Vejer está fumigando con drones y una avioneta para hacer frente al mosquito del virus del Nilo, que ha costado la vida ya a tres personas en la provincia de Cádiz. Uno de ellos, de hecho, es un vecino de la localidad.
A este trabajo por medios aéreos se suman otras labores con personal y con vehículos, que cuentan con cañones a presión para trabajar en las zonas en las que es más probable la presencia de los mosquitos. Hay que subrayar que los transmisores son estos insectos voladores que son habituales en la zona, pero que tras picar a otros animales infectados, especialmente aves migratorias, si vuelven a picar a humanos pueden transmitir la enfermedad.
"No vamos a esperar que quien esté obligado a fumigar lo haga mientras estamos en una situación de alerta sanitaria también por el virus del Nilo", afirmaba el alcalde, Manuel Flor, del PP. Estas palabras van dirigidas claramente a la Diputación de Cádiz, en manos del PSOE, a la que la Junta acusaba este viernes de incumplir los compromisos alcanzados para fumigar en algunas localidades.
La respuesta de Diputación ha venido en palabras de uno de los responsables. “Diputación mantiene el servicio para el control de mosquitos en La Janda. Pero se trata de una actuación ordinaria, que se renueva cada año, y que es diferente a lo que ahora se demanda desde la Junta de Andalucía: un plan de choque, frente a una situación sobrevenida, como es el brote de fiebre del Nilo Occidental”. En estos términos se expresaba el vicepresidente segundo de la Diputación de Cádiz y responsable del área de Transición Ecológica y Desarrollo Urbano Sostenible, Mario Fernández.
Según explica el ente provincial, adjudicó a primeros de julio el servicio de tratamiento para el control de mosquitos en la comarca de La Janda a la empresa Andaluza de Tratamientos de Higiene SA (Athisa), conforme a un presupuesto –IVA incluido- de 82.998,26 euros, tras una licitación en la que concurrieron propuestas de seis sociedades. El contrato tiene un año de vigencia con posibilidad de prórrogas, por periodos de un año, hasta un límite de 36 meses. El servicio incluye dos etapas esenciales: una fase de prospección y diagnosis que se extenderá hasta el 30 de octubre, y una ejecución material –la fumigación efectiva- que concluyó el 15 de septiembre, en cumplimiento del plazo autorizado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca de la Junta de Andalucía para respetar el periodo reproductivo de las aves insectívoras.
Prácticamente, según el ente, cuando expiraba la fase de fumigación la Junta convocó una reunión, con participación de Diputación y los ayuntamientos de los municipios considerados como zonas de riesgo, en relación a los brotes de fiebre del Nilo occidental. “Y en ese foro, y en comunicaciones posteriores, se quiere utilizar el servicio ordinario que contrata Diputación para ampliarlo y ofrecerlo como plan de choque en la nueva situación de crisis”, resume Mario Fernández.