Durante la mañana de este viernes, vecinos del distrito Cerro-Amate de Sevilla están protagonizando una protesta para pedir mejoras en la red eléctrica y que no haya cortes de luz en plena ola de calor.
Los vecinos de los barrios más afectados por los continuos fallos en el suministro eléctrico reclaman al Ayuntamiento el establecimiento, con "carácter de urgencia", de una comisión de emergencia energética.
Barrios Hartos inicia así un nuevo ciclo de movilizaciones vecinales y denuncias ante "los colapsos de infraestructuras eléctricas en pleno verano". La entidad quiere que la comisión que solicita dé "respuesta a la necesidad no cubierta por la mesa de trabajo en relación a los cortes de luz impulsada por el Ayuntamiento".
"En ninguna de las tres reuniones celebradas desde septiembre del año pasado, se ha abordado la cuestión central que compete al Ayuntamiento, que es velar por la seguridad y la habitabilidad de las zonas afectadas", se queja Barrios Hartos, una entidad para la que "no es razonable que la corporación municipal ante un panorama en el que miles de familias trabajadoras viven con la angustia de no saber si pueden contar con algo tan básico por deficiencias ajenas a ellas".
El parlamentario andaluz, José Ignacio García, de Adelante Andalucía, y su compañero Nacho Molina, se encuentran junto a integrantes de Barrios Hartos. "La Policía Nacional empieza a identificarnos. Somos unas 30 personas, militantes de Barrios Hartos y algunos que venimos a apoyar. Solo exigen que les atienda un concejal o el alcalde. ¿Es mucho pedir?", se pregunta García.
La plataforma vecinal pide "la dotación de generadores de emergencia y cableado provisional que garantice unas condiciones mínimas cuando las temperaturas superan los 40º con personas de salud delicada, trabajadores sin el descanso necesario, niños sin actividad escolar o negocios con mercancía estropeada, entre otros".
Por otro lado, Barrios Hartos afirma que, una vez conocidos datos parciales de la auditoría efectuada por la Junta de Andalucía de las zonas afectadas, "se ha puesto en evidencia que las infraestructuras están infradotadas en relación a la demanda real, y que el origen de la demanda no puede justificar en ningún caso la condena a la penuria de la población de los barrios obreros".