Un biólogo en la Alcaldía que trabajó en el mantecado
Antonio Jesús Muñoz acudía este martes al encierro de más de una veintena de alcaldes sevillanos en Diputación para preparar las protestas por la sanidad que protagonizan el miércoles ante el Palacio de San Telmo. Cuenta que su localidad, Estepa, es una de las más afectadas por la falta de médicos. Una localidad de algo más de 12.000 habitantes, capital del mantecado, pero también de la industria aceitera. Y que apenas tiene actualmente unos 600 desempleados, con tasas que bajan por momentos del 7%. En los momentos punta de la campaña, "rondamos el pleno empleo". Ahora cumple un año del actual mandato. Llegó a la Alcaldía en 2017, en una moción tras la ruptura del pacto que había dado el bastón de mando a un miembro de un partido independiente. Pero en las siguientes elecciones del 2019, y en las últimas de 2023, ha logrado sendas mayorías absolutas.
Muy contentos, porque estamos abordando proyectos importantes. Este año se ejecutarán más de 10 millones del plan de inversiones, aunque se prolongarán evidentemente a 2025. Una de las prioridades está en los planes de sostenibilidad turística. Somos conocidos en todas partes por el mantecado, pero hemos invertido, junto al sector privado, para que en paralelo crezca el turismo. Hemos conseguido llegar a un número récord de visitas. Contamos con dos millones del Fondo de Recuperación para ello, para modernizar la infraestructura turística, para modernizar el municipio.
Vamos a iniciar inversiones para la transformación de nuestra avenida principal, la avenida de Andalucía, donde mejoraremos también la seguridad vial, los aparcamientos... Y contamos con mejoras en los centros de interpretación y la restauración de la muralla islámica, que era una asignatura pendiente. Pero lo más importante es la inversión sobre las inundaciones, que son muy frecuentes, especialmente en la zona del polígono industrial, en la avenida del Mantecado y la de la Canela. Gracias a una inversión de seis millones, y gracias a la sensibilidad de la Diputación de Sevilla, fuimos capaces de captar esos fondos para evacuar el agua hacia una gran balsa que acumularía la que procede del polígono industrial. Eso resuelve un problema histórico.
"Queremos que la gente vuelva al centro"
Es un centro neurálgico de Estepa y en su día no se pudo desarrollar cuando se enajenó en 2007. Queremos que la gente opine, también con los arquitectos, pensando en vivienda, equipamiento comercial o zonas verdes. Todo eso va junto a un Plan del Centro Histórico, para revitalizar una zona que está envejeciendo, y queremos que las demandas de la vida moderna también se cumplan ahí, el mismo confort que las zonas por las que se han extendido las viviendas. Las condiciones de habitabilidad de los inmuebles ya están cambiando, se está notando, pero queremos que la gente vuelva al centro, con revitalización comercial y con presencia de turismo. Eso sí, sostenible, porque no tenemos turismo de masas.
Otra de las inversiones es el complejo del antiguo manantial de Roya, que sigue existiendo cerca del núcleo urbano. Hay una finca donde estamos creando un camping precioso, y un pequeño hotel que estamos rehabilitando. Tenemos que apostar por esa oportunidad para crear empleo.
Trabajamos con el sector privado, con la Indicación Geográfica Protegida y con la Denominación de Origen del Aceite. Somos uno de los pocos municipios que cuenta con dos protecciones. El aceite trabaja muy bien el turismo, por ejemplo. Hablamos de ferias, recreaciones... Son acciones que atraen al turista y amplían la oferta. Vamos a rehabilitar un antiguo molino que estuvo funcionando hasta los 70. Esas experiencias del turismo industrial son muy importantes. Por ejemplo, también tenemos el mayor museo del chocolate de España. Creo que hacemos un binomio perfecto para desarrollar el sector.
Es una de las grandes preocupaciones que tenemos, aunque es cierto que no tenemos decrecimiento demográfico, ni tampoco crecimiento, sino que es estable. Tenemos niveles de desempleo del 7%, así que cuando llegan las campañas del mantecado y del aceite estamos prácticamente en el pleno empleo. Estamos satisfechos con esa cifra, pero nos preocupa que los jóvenes no encuentren oportunidades en su territorio. Por eso, tenemos una aceleradora de empresas que ha logrado que personas jóvenes con inquietudes emprendan. Las zonas rurales e industriales debemos ser territorios activos. En el Ayuntamiento, también hemos creado becas de tres meses que no cuestan dinero a las empresas para personas que por cualquier circunstancia no encuentren trabajo, como puede ser estar en riesgo de exclusión. Luego, muchos acaban quedándose. Y contamos con un vivero de empresas. Por ahora, dos naves, pero serán hasta ocho en los próximos años, un espacio industrial donde crecer. Y para la vivienda, contamos con el plan de rehabilitación en el centro.
Nos preocupa especialmente la atención primaria. En nuestra zona básica, somos 44.000 personas, y son 41 facultativos, creo recordar, de memoria, los que debería haber, según la población servida. Pues son actualmente entre 17 y 18. Sabemos que cinco de ellos han pedido traslado y se lo darán, así que nos vamos a ver con 12 ó 13 médicos. Es una situación insostenible. De ahí, suma vacaciones, por ejemplo, lo que hace seguir mermando la atención. Es un círculo vicioso. Llevamos más de dos años en esta deriva, cada vez peor. Y las condiciones empeoran también porque los médicos están en malas situaciones profesionales. Si son la mitad de los que deberían, atienden cada uno al doble de pacientes. Ante esta situación, la Junta no nos escucha.
Estuvimos con la viceconsejera, que no nos ha dado soluciones. No sabemos qué pasará con los médicos que se jubilarán, y vemos a médicos jóvenes que ante esto, si pueden, se marchan. Es una situación de precariedad para ellos. Además, como no hay citas, la gente acude a urgencias, lo que satura y quema a los facultativos. Hace nueve meses nos recibió el gerente, que prometió cosas y nos sentimos engañados. La Junta tiene un plan privatizador, llevar cada vez a más gente a la privada. La salud es el servicio público más importante. Queremos que se nos escuche.