La llegada de la Guardia Civil al Ayuntamiento de Sevilla, en busca de documentación relacionada con la celebración de las finales de la Copa del Rey, sorprendió, lógicamente, a muchas personas. Primeramente, al actual equipo de gobierno municipal, hoy en manos del PP. Pero también al anterior ejecutivo, el del PSOE, que tuvo una primera etapa con Juan Espadas como alcalde, y que acabó con un último periodo de Antonio Muñoz, hasta la celebración de las elecciones de 2023, donde fue batido por José Luis Sanz.
Fuentes del anterior ejecutivo municipal explican a lavozdelsur.es que nunca hubo ningún contrato con la Real Federación Española de Fútbol. Sí se firmó un convenio a cuatro bandas entre la Junta, el estadio de La Cartuja, la Federación y el propio Ayuntamiento de Sevilla, que firmó como alcalde Juan Espadas, en marzo de 2019, poco antes de la primera final que se disputaba en Sevilla, un acuerdo que se extiende ya por varias ediciones. Si bien, en el portal andaluz hay una versión posterior donde se habla de 2019, pero firmada electrónicamente de nuevo en 2021.
En el citado convenio, que es público, se relatan las obligaciones de cada una de las partes. La Junta, por ejemplo, se compromete al pago de 1,2 millones de euros por cada final celebrada en La Cartuja entre 2019 y 2023, un acuerdo que además se ha extendido de nuevo, porque este abril se disputará otra nueva final que no queda reflejada en aquel convenio de 2019, y que supondrá un canon de alrededor de la mitad de lo que pagaba el Gobierno andaluz al ente federativo.
En el apartado del convenio en referencia a las 'Obligaciones del Ayuntamiento de Sevilla', se enumeran los compromisos municipales para la final de la Copa del Rey. Pero todos son secundarios respecto a la celebración del evento. En el convenio, se habla de poner a disposición de la Federación una zona para aficiones de cada equipo, la cesión de espacios para promoción del eveno, la cesión de soportes urbanos como mupos, lanzaderas de Tussam, servicios de limpieza especiales, asistencia de la Policía Local, un plan de tráfico, repaso de jardines en la Cartuja, Protección Civil, alumbrado público...
Además, el Ayuntamiento se compromete a colaborar con Junta y Federación para la tramitación de autorizaciones administrativas, como licencias de instalaciones. Nada de contratos. El Ayuntamiento, efectivamente, es uno de los múltiples propietarios la sociedad que gestiona el recinto, aunque el máximo accionista es la Junta, seguido del Gobierno de España, y con presencia también de Ayuntamiento y Diputación, amén de una participación minoritaria del Sevilla y el Real Betis.
"En todo momento, lo que se hizo fue reforzar servicios municipales", explican fuentes del anterior ejecutivo local del PSOE. Además, nunca se firmó ningún otro contrato anexo a ese convenio, nada adicional ni posterior. "No ha habido pago por parte del Ayuntamiento de Sevilla, ni contraprestación económica. Sí hubo un pago de la Junta de 1,2 millones de euros. Cómo se canalizó es algo que desconocemos".
La ramificación sevillana de la investigación apunta a la adjudicación de una reforma por un valor de 800.000 euros, y que habría beneficiado a un familiar de Pedro González, cuyo hermano es director de una constructora a la que se le adjudicó la obra.
Rubiales prevé regresar a España pronto
En este asunto, una de las cuestiones más llamativas de las detenciones y registros de la Guardia Civil en la Federación, la Cartuja o el Ayuntamiento de Sevilla es que Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, no se encontraba en España. Lo que busca la UCO, la unidad especializada en delitos económicos, tiene que ver fundamentalmente con su etapa en la presidencia, finalizada tras las presiones por el beso no consentido a la futbolista Jenni Hermoso. Se investiga principalmente el contrato de la Supercopa en Arabia, pero también la Copa del Rey.
Actualmente, Rubiales se encuentra en República Dominicana, según ha trascendido, desde el mes de febrero y para negocios privados. En una entrevista con el periódico El Español, Rubiales ha dado a conocer que volverá el 6 de abril a España tras finalizar su operaciones en el extranjero, y que está "sorprendido", que no sabe "nada" y que no ha hecho "nunca nada mal", por lo que se pondrá a disposición del juzgado cuando aterrice. Lo hará, por cierto, el mismo día que se disputa la próxima final de la Copa del Rey en Sevilla.