El cambio de modelo de Feria de Abril se ha convertido en el gran tema de debate en la política municipal de Sevilla. A pesar de que la encuesta se celebró el mes de abril, saliendo ganadora la opción del formato antiguo, el gobierno municipal aún no ha dado el paso de llevar la modificación de la ordenanza al pleno, algo fundamental para que la fiesta se celebre de lunes a domingo.
El tema ha vuelto a salir en la Comisión Especial de Control y Fiscalización celebrada este viernes en el Consistorio hispalense. En concreto, el PSOE ha acusado al gobierno de José Luis Sanz de realizar una consulta que estaba "plagada de irregularidades" y carecía de "las mínimas garantías". La acusación se viene repitiendo desde la apertura de las votaciones, sin embargo, hace unas semanas se agravó la situación por la denuncia realizada por Facua. La asociación aseguró que se pudieron suplantar identidades. Unas afirmaciones que el gobierno municipal aseguró que iba a llevar a los tribunales. Sin embargo, el concejal popular Juan Bueno no ha aclarado si finalmente tomarán acciones legales.
En cualquier caso, el gobierno municipal insiste en que la ordenanza se llevará al pleno a tiempo. "Se va a traer para que todos votemos lo que los ciudadanos han decidido", ha remarcado Bueno en una intervención donde retaba a la oposición a respetar el resultado de la encuesta.
Además, Bueno ha alegado que a su entender, el problema es que "el PSOE no acepta el resultado de la encuesta, no lo respeta y está enfangando", exponiendo que ha tenido ocasión de hablar con Facua sobre el asunto y que fue usado "exactamente el mismo" procedimiento que en la consulta similar cursada en 2016 durante el mandato del socialista Juan Espadas, saldada entonces con la implantación del formato de sábado a sábado.
"Hemos usado los mismos medios, los mismos funcionarios y la misma técnica, pero perfeccionada y más transparente", ha dicho, asegurando que en la consulta de 2016 se "permitía votar tres veces desde un mismo teléfono" mientras en la última ocasión sólo correspondía "un voto por teléfono". De este modo, ha considerado que con sus críticas, el PSOE "pone en grave duda su propia consulta".
En este sentido, desde el Ayuntamiento han insistido en que se recibieron "aproximadamente diez llamadas" de personas que "decían que no habían podido votar porque parecía que ya se había votado en su nombre", a quienes "se les dijo que lo denunciasen" porque el Consistorio aportaría "todos los datos necesarios" para sus denuncias, si bien finalmente "ni una sola" de estas personas habría materializado una denuncia como tal.