El Ayuntamiento de Sevilla ha puesto un punto y aparte a uno de los conflictos que se vive en el centro de la ciudad entre hosteleros y vecinos, aunque no será el último capítulo de la disputa. Según ha publicado Diario de Sevilla, el Servicio de Protección Ambiental de la Gerencia de Urbanismo ha ordenado al bar Pasaje, en la misma calle situada a pocos metros de la Catedral, a clausurar sus veladores y limitar de forma parcial su actividad.
La decisión del Consistorio llega después del conflicto con una vecina que denunció un "insoportable acoso" en el barrio de Santa Cruz y obliga al bar a presentar nueva documentación antes del 16 de enero. Este cierre parcial ha sido provocado por varios informes técnicos realizados a principios de mes de diciembre donde se acusa al establecimiento de no cumplir las condiciones establecidas en la declaración responsable presentada hace dos años.
Uno de los puntos de desencuentro tiene que ver con el ruido que provoca la terraza. Según el informe técnico, no hay un estudio acústico que permita mantener los veladores. Hace un mes fue el establecimiento quien llevó a juicio a la vecina en cuestión debido a lo que consideraba delitos de coacciones y acoso.
La denuncia de Pasaje acusaba a la residente de molestar a los clientes con música alta, lanzamiento de agua, gritos, pancartas e, incluso, escenas desnudas para intentar incomodar a los visitantes del bar. Todo ello fue negado por la denunciada, quien se defendió argumentando que era ella la que sufría acoso y que tenía que medicarse para sobrellevar la situación. En esta línea lamentaba haber perdido su intimidad.