Feria de Abril. Casi 30 grados. Mucha calor y necesidad de refrescarse. Pero no en cualquier sitio puede uno tomarse un refresco. A las prohibiciones interpuestas por el Ayuntamiento de Sevilla de comprar bebidas (da igual que tengan o no alcohol) por la tarde y noche, algunos bares y restaurantes también han sumado sus propias reglas. Y muchos no sirven refrescos si no vas a almorzar o cenar.
Esto es lo que le ha pasado al periodista Luis Márquez, que fue a tomarse un refresco con su hijo de cinco años en el restaurante María Antonieta. Y cuál fue su sorpresa cuando le negaron la bebida porque "no vamos a comer".
"Empiezan los buenos servicios de feria", ha señalado el compañero, que intentó rebatir sin suerte la negativa a ponerle un refresco. "La camarera se da la vuelta y me deja con la palabra en la boca. A tope con la hostelería, pero así no".