El Archivo Histórico Provincial de Sevilla dedica el Documento del Mes al naufragio registrado el 3 de febrero de 1763 junto al Puente e Barcas, suceso en el que perdieron la vida seis personas tras el hundimiento de la lancha de una tartana que cruzaba desde Sevilla a Triana.
La institución archivística exhibe una serie de documentos, como los testimonios de los accidentados, de testigos o de presuntos culpables del naufragio. Testimonios que ilustran, además del accidente, gran cantidad de detalles sobre la vida cotidiana, laboral y económica en torno al río durante el siglo XVIII. Así, son abundantes los datos sobre la edad, vecindad, empleo, relaciones familiares, usos y maneras de vestir dependiendo de la clase social, así como otros detalles.
Un ejemplo destacado de estos testimonios es el de Antonio de Esquivel, de 17 años, hermano de una de las víctimas del accidente. Antonio proporcionó información clave sobre las personas que iban en la lancha, unas 15 ó 16 entre tripulantes y pasajeros, así como la carga, diecisiete pellejos con borras -sedimento que forma el aceite tras la molturación) de cuatro arrobas (con 880 kilos cada una) con destino a las Almonas Reales de Triana, y apuntaba como causa del naufragio al sobrepeso.
Junto con ésta y otras declaraciones se logró averiguar quiénes eran los responsables de tripular la lancha, José Martínez -alias Melero-, Lucas Orduña, Isidro Antonio López, Juan Ortiz Canelo y un tal Juan, como consta en los documentos. Por otro lado, los autos, notificaciones y otros documentos emitidos por las autoridades muestran otras perspectivas, como el tratamiento legal y religioso que se daban a los fallecidos o, en el caso de los responsables, su busca y captura e ingreso en prisión.
Como documento de mes se muestran también documentos vinculados al hallazgo de unos de los fallecidos, Juan de Esquivel, de 20 años, cuyo cuerpo apareció en Coria del Río el 20 de febrero. Pudo ser reconocido por su indumentaria y objetivos personales, como un relicario. Sus pertenencias fueron inventariadas para la devolución de sus familiares. En su caso, los hermanos de la Caridad se hicieron cargo de su cadáver.
Los documentos expuestos forman parte del fondo de Escribanía de Marina de Sevilla, organismo que tenía jurisdicción especial, la militar y en nuestro caso, además, marítima en pueblos y ciudades de su correspondiente departamento marítimo.