Mari Nieves era natural de Cádiz y tenía 53 años. Llevaba al menos doce años junto a su Manuel, su pareja y asesino. Este utrerano acabó cosiendo a puñaladas, un centenar, el cuerpo de su mujer y víctima.
Tras las investigaciones policiales ha quedado confirmado que tras la aparición de dos cadáveres en Dos Hermanas se escondía un crimen machista, el segundo del año en la provincia de Dos Hermanas. Y los dos con menos de ocho días de diferencia.
La escena del crimen que se encontraron los agentes de la Policía en la casa en la que la pareja vivía de manera ilegal fue dantesca. Por una parte, el desagradable olor. Un hedor que fue el que puso en alerta al vecino que llamó a la Policía.
Por otro lado, los dos cadáveres, uno de ellos, el de Mari Nieves, ensangrentado y con el rostro desfigurado de los numerosos golpes que recibió. El otro cuerpo sin vida yacía en la cama sin aparentes signos de violencia.
La autopsia a los dos cuerpos confirmó que Mari Nieves murió desangrada por las múltiples heridas que sufrió. El Instituto Anatómico Forense ha determinado que tenía "múltiples fracturas en la cabeza y en la nariz, así como heridas inciso contusas por todo el cuerpo, llegando al centenar".
Manuel se suicidó tras el crimen con una sobredosis de pastillas y tres pinchazos. La pareja estaba sumergida en el mundo de las drogas.
La víctima, que estaba inscrita en el Registro Central para la Protección de las Víctimas de Violencia Doméstica (VioGén) ya había sufrido hace once años la violencia machista de su pareja.