"Un sanguinario, responsable de la muerte de unas 45.000 personas en Andalucía durante la Guerra Civil". Así describe el prestigioso diario francés Le Monde al general golpista Gonzalo Queipo de Llano, cuyos restos han sido exhumados recientemente de la basílica de la Macarena de Sevilla.
El periódico francés se ha hecho de la exhumación de Queipo y también del auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina, tras el requerimiento formulado por el Gobierno central a la hermandad por la reciente reforma de la Ley estatal de Memoria Democrática, que prohíbe la presencia de restos de dirigentes del golpe de Estado de 1936 en lugares preeminentes de acceso público.
"En Sevilla, los restos de Queipo de Llano salen de la basílica de la Macarena", titula Sandrine Morel, la corresponsal de Le Monde un artículo en el que recuerda que la exhumación se lleva a cabo "en aplicación de la nueva Ley de Memoria Democrática".
La información de Le Monde también dedica líneas a la reciente reforma de la Ley de Memoria Democrática del Gobierno central del socialista Pedro Sánchez, de la que deriva la exhumación de los restos mortales de Queipo de Llano y de Bohórquez Vecina.
La corresponsal francesa narra el intenso motivo vivido sobre las 2.20 horas de la madrugada del jueves, cuando al salir del templo la furgoneta que transportaba el féretro de Queipo de Llano, algunos de sus familiares comenzaron a aplaudir y a gritar "viva Queipo", ante lo cual la presidente a de la asociación Nuestra Memoria, Paqui Maqueda, reaccionó gritando "honor y gloria a las víctimas del franquismo", "se salda una deuda con las víctimas", "la impunidad se ha terminado" y otras proclamas en defensa del movimiento memorialista; bajo las cámaras de los diferentes medios de comunicación que captaron aquel "momento histórico".