"Frustrante". Así ha tildado el sindicato Comisiones Obreras el sobreseimiento del caso de un trabajador, de 54 años, que falleció por un golpe de calor, en julio de 2017, cuando asfaltaba una carretera en la provincia de Sevilla a más de 40 grados de temperatura.
El archivo del mismo, a petición del fiscal, ha tenido lugar después de que los investigados no declararan "dentro del plazo legal establecido". El juicio estaba previsto para febrero de 2025.
En este sentido, ese "descuido judicial" ha dejado penalmente impune la muerte de dicho trabajador, según un auto del Juzgado de lo Penal número 1, tal y como publica eldiario.es, y confirma el citado sindicato, que ha ejercido como acusación particular en el caso.
La Fiscalía, que en principio había pedido tres años de cárcel para cada uno de los cuatro acusados, entre ellos el responsable de la empresa, solicitó el archivo del procedimiento "por no haberse practicado la declaración de los investigados dentro del plazo legal establecido", como sostenía la Defensa. "Los órganos judiciales no actuaron en tiempo y forma para pedir los interrogatorios y pruebas", ha señalado el secretario general de CCOO Sevilla, Carlos Aristu, en declaraciones a Europa Press.
"Este tipo de situaciones se suelen dar, sobretodo, en los juzgados de instrucción, y ello provoca inseguridad jurídica, y, en casos como el que nos ocupa, el sobreseimiento del mismo", ha lamentado el dirigente sindical, que ha reconocido que "nos temíamos que algo así podría pasar".
En opinión del secretario provincial de CCOO, el hecho de que muchas familias tengan un único sustento económico, el de un trabajador, lleva consigo que en caso de fallecimiento "lleguen a acuerdos meses después porque lo ven como una vía necesaria para seguir viviendo".
"Todos los muertos tienen un precio", ha asegurado Aristu, quien ha recordado, a su vez, que la jurisprudencia determina que "cuando los damnificados alcanzan un acuerdo con la empresa, no hay argumento de peso para continuar con el procedimiento".
El accidente laboral en cuestión ocurrió el 12 de julio de 2017 en la carretera A-406, entre Morón de la Frontera y El Saucejo, cuando el trabajador murió por un golpe de calor a las 21,00 horas, en plena alerta naranja en Sevilla decretada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por altas temperaturas.
Los trabajos consistían en mejoras en el firme dado que por ese punto estaba previsto que discurriera una etapa de la Vuelta Ciclista a España el día 1 de septiembre, por lo que no tenían "carácter urgente o de emergencia", según se recogía el escrito de acusación.