La sevillana Ana Jáuregui se recordaba, claro, yendo de niña al Real Alcázar. Como tantos sevillanos, toda una vida cruzando la Puerta del León cíclicamente. Y el año pasado, tras el relevo municipal, era nombrada directora-gerente. Un año de actuaciones de diversa envergadura, arreglos e iniciativas. Y que este verano ha vuelto a contar en su programación con el ciclo de conciertos y con las visitas teatralizadas, a cargo de la compañía de Teatro Clásico de Sevilla, que dirige Juan Motilla. Un actor que, por cierto, actúa en uno de los éxitos televisivos del verano, El marqués, una serie de Telecinco que puede verse en Prime Video.
Las visitas teatralizadas ofrecen desde hace 12 años 60 noches en el verano, a cuatro pases cada noche. En total, 240 representaciones que son como una película de 75 minutos por la historia del Alcázar, pero para un público de máximo 50 personas. "Aquí se regalan hasta en las bodas, tener una entrada a veces es como un tesoro, lo ves en las caras de la gente", señala Juan Motilla.
En esta edición, la temática de las noches es Mujeres olvidadas en la historia del Real Alcázar, donde personalidades históricas vinculadas al monumento cuentan sus historias. Son doña Leonor de Guzmán, amante de Alfonso XI y madre de Enrique II, que fue decapitada, o de Germana de Foix, segunda mujer de Fernando el Católico tras la muerte de Isabel, y que cuando falleció el monarca, se enamoró de Carlos I, del que era su abuelastra. Los textos de Alfonso Zurro recrean los sentimientos en diversos pasajes emocionantes, aliñados con música y danza. "Todo tiene una intrahistoria, porque muchas veces conocemos la historia del hombre, de los reyes, pero no de ellas. A la vez que cuentan su vida, cuentan la historia del Alcázar".
"Desde que llegamos al equipo de gobierno", cuenta Jáuregui, "hemos querido motivar más el mundo de la cultura, la música y el teatro en el monumento". "Para nosotros es muy importante ofrecer mucho contenido para que la ciudadanía siga viniendo al Real Alcázar. Igual que hicimos en Navidad con el ciclo de villancicos, o la ópera. No pensamos solamente en el visitante, que poir supuesto, pero también en el sevillano".
En el plan familiar de Sevilla, estas visitas encajan "en esas fechas en las que uno aún no se ha ido de vacaciones, o ha vuelto, o se queda aquí. Es un orgullo que tengan estas visitas tanta aceptación, porque ves al salir cómo tienen caras de emoción por lo que han vivido". Uno de esos momentos emocionantes se produce en los baños de Doña María de Padilla, una cripta subterránea con un impresionante aljibe, donde se realiza una proyección audiovisual acompañada por una bailarina al fondo de la larguísima 'piscina'. Eso sí, no es nuevo que el Real Alcázar sea un teatro. En 1625 está datado el famosísimo Corral de la Morería, en el actual Patio del León, y que fue el teatro más grande de Sevilla.
La pregunta, ante estos monumentos, es si los propios autóctonos están a menudo motivados para recordar su patrimonio. Hoy, por ejemplo, es más habitual ver a visitantes de fuera visitar monumentos que los propios habitantes. "Yo creo que el sevillano, en general, está muy orgulloso del Real Alcázar", indica Jáuregui. Y se quiere recompensar con las visitas gratuitas para los propios sevillanos, incluyendo el acompañamiento histórico del monumento en visitas regulares. En el caso de Sevilla, una cosa que ha sorprendido a Jáuregui en este último año es que precisamente hay sevillanos que conocen muchísimos detalles, "un conocimiento extremo del monumento". "Hace poco tuvimos una exposición de azulejos y de una manera u otra nosotros mantenemos siempre la motivación en la gente a venir, como el éxito que supuso el espectáculo Naturaleza Encendida". Y no olvida los rodajes de películas y series de primer nivel, que han otorgado un nuevo protagonismo al espacio. El pasado 2023 se cerró con casi 2 millones de visitas. Las previsiones van desde los 2,4 hasta los 2,8 millones. Y eso no se consigue solo con turistas.
Las visitas teatralizadas sirven también para ofrecer empleo en el sector cultural. "Hay que darle el mérito a la Corporación, porque permite tener un número importante de personas contratadas", incide Motilla. "Hay poco trabajo en esta profesión y este tipo de cosas nos permite poder tener hoy a ocho artistas, gente joven o que ha salido de la escuela o que está en la compañía", la del Teatro Clásico. "Nos gusta ofrecer trabajo a actores maduros, pero también a mucha gente joven,Es una iniciativa muy importante, y reivindico que haya más iniciativas como esta".