En las entrañas de la vuelta del Cine Cervantes, el 'cinema paradiso' sevillano: "Esto es un salto de fe"

La familia Hernández, de Unión Cine Ciudad, reforma el inmueble para recuperarlo como cine tras tres años de cierre, manteniendo la esencia clásica del abuelo, fundador de la empresa. Aquí, donde se estrenaron obras de los Álvarez Quintero, vuelven los estrenos en una historia de 150 años

Segismundo Hernández, presidente de Unión Cine Ciudad, en el Cine Cervantes de Sevilla, este viernes.

Cuenta Segismundo Hernández, presidente de Unión Cine Ciudad, que en el consejo de administración de la empresa -compuesto por miembros de la familia, tercera generación- era él quien más apoyó la reapertura del Cine Cervantes. Porque este no es un cine más de una cadena que creció en Andalucía hacia España. Es que era 'el cine'. 

"Mi abuelo murió cuando yo tenía siete años". Su abuelo, del mismo nombre, emigró de un pueblo de Ávila y empezó a trabajar en una distribuidora. "Compró este teatro con ayuda de la familia". El inmueble ha cumplido 150 años, la mitad de ellos en poder de la familia Hernández. "Era una familia extensa y entre todos se pudo comprar". Vivió en la planta de arriba, donde aún quedan vecinas en la calle Amor de Dios. Por dentro, este espacio entre la Alameda y la Campana es impresionante, un teatro con lámpara central. Un mosaico recuerda una de las obras estrenada por los Hermanos Álvarez Quintero. Y aquí dio su último espectáculo en Sevilla Concha Piquer, el penúltimo de su carrera antes de perder la voz.

El exterior del Cine Cervantes, en calle Amor de Dios.  MAURI BUHIGAS

"Yo quería reabrirlo porque mantengo muchos recuerdos", rememora Segismundo. Recuerda que de niño se colaba con algún primo en las revisiones de películas los sábados por la mañana. Antes, para que un cine adquiriese una película, había que verla. No había internet, claro, ni una red de críticos como en la actualidad. El cine corría el peligro de adquirir la cinta y que no fuese un éxito. Si funcionaba, podía estar dos años en cartelera. Los sábados por la mañana, la sala quedaba cerrada para ver si una cinta interesaba o no. Las pruebas. "Esto es lo más entrañable de mi infancia".

Primero, los Hernández compraron el Cervantes como teatro. El presidente de la actual UCC recuerda que a inicios de los 50 su abuelo rivalizó con otras familias potentes en el sector. "Le hicieron el boicot y como alternativa empezó con el cine. Y claro, le fue mejor porque había menos competencia". Tras un tiempo manteniendo ambas representaciones, alrededor de los 70 acabó siendo solo sala para proyecciones.

Segismundo Hernández abre las puertas del cine.  MAURI BUHIGAS

La pandemia arrasó con el Cine Cervantes. Lo hizo con todas las salas, pero esta ya era deficitaria previamente y durante mucho tiempo ha estado difícil su recuperación. Se movieron sectores en defensa del patrimonio, como la asociación Adepa, para impedir el cerrojazo de un símbolo sevillano. Finalmente, antes del verano, los Hernández se lo pensaron mejor. Pero "esperamos no perder 100.000 euros cada año, como hasta ahora". Lo que hace falta es que vengan los espectadores. Y el apoyo de la administración.

Si bien no ha querido hacer sangre, Hernández explicaba este viernes, en una recepción a periodistas, que en principio iba a acudir la portavoz municipal, Minerva Salas. Por un lado, desde UCC agradecen que el Ayuntamiento confirmase esta semana que habrá programación de películas para el Festival de Cine Europeo de Sevilla, que se celebra en noviembre. Por otro lado, no ha habido presencia en este acto inicial. 

"Durante el primer año de pandemia no teníamos ninguna esperanza de recuperarlo", recuerda Segismundo. "Estaba totalmente muerto". Justo en la pandemia además llegó el reconocimiento como Bien de Interés Cultural del inmueble por parte de la Junta, gracias al impulso del Ayuntamiento de Sevilla. "Es un edificio emblemático y no se podía perder". Eso sí, en aquel tiempo de cierre igualmente pagaron los 24.000 euros de impuestos anuales que cuesta simplemente ser propietario del cine. "Nos denegaron no tener que pagarlo, pero bueno".