Una farmacéutica despedida por robar se libra de la cárcel en Sevilla

La Audiencia provincial no ha encontrado pruebas contra esta sevillana que estuvo trabajando en el negocio 17 años y fue acusada de irregularidades detectadas en la caja

Medicamentos en una farmacia.
Medicamentos en una farmacia. CANDELA NÚÑEZ

La Fiscalía pedía tres años de prisión y una multa de 2.414 euros para una farmacéutica sevillana por robar dinero de la caja de la botica donde llevaba trabajando 17 años en la capital hispalense. Sin embargo, la Audiencia provincial ha absuelto a esta mujer que fue despedida por las dos propietarias al no encontrar pruebas contra ella.

Según recoge ABC, la sentencia expone que las dueñas de la farmacia detectaron un descuadre en el stock de productos después de colocar en el escaparate un artículo. Fue en ese momento cuando perdieron la confianza en la empleada que estuvo desde octubre de 2004 hasta abril de 2021.

Ella gestionó el laboratorio, se encargó de atender al público o de recepcionar las mercancías del almacén hasta que las propietarias la despidieron por un presunto delito de apropiación indebida. Pero la empresa reconoció la improcedencia de este despido y tuvo que indemnizarla con 11.000 euros y casi 500. Incluso tuvo que hacerle una carta de recomendación. 

La Fiscalía defiende que la mujer empleó sus conocimientos sobre el stock para realizar operaciones de caja. Uno de sus trucos era que cuando detectaba errores de stock consistentes en que la farmacia contaba con más existencias de las registradas, daba de alta informáticamente un producto no registrado para que constara en el ordenador que este había sido devuelto. Después retiraba de la caja el dinero de este producto. Así logró presuntamente 686 euros.

También la acusa de apropiarse de 787 euros que consiguió dando de alta productos que no había para después hacer una falsa devolución al contado, retirar el importa y devolver el medicamento a la suministradora para cuadrar el stock. 

La Fiscalía expone que robó casi 1.000 euros haciendo falsas devoluciones aprovechando los productos que no se incluían en el stock y no estaban registrados en el sistema. 

"No consta que la acusada hiciera propias cantidades en metálico o productos procedentes del stock, sin el consentimiento de las propietarias", ha concluido el Tribunal.

La empleada ha salido indemne de este caso, ya que los jueces consideran que no hay pruebas.

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Patricia Merello Guzmán

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