Decenas y decenas de alcaldes han desembarcado este miércoles en la Feria de Sevilla, en una recepción en la caseta municipal. Un acto organizado principalmente por la Diputación de Sevilla, pero donde el Ayuntamiento ha ejercido de anfitrión. En clave política, es un rayito de esperanza en las relaciones de dos instituciones con dos colores políticos.
El alcalde, José Luis Sanz, junto a algunos miembros de su equipo como Minerva Salas, portavoz y responsables de Cultura, iban dando la mano uno a uno a los regidores que han llegado al acto en la Feria. Y, junto a ellos, a modo de recepción oficial, el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández.
Al igual que ocurriera en un foro como es la caseta de la Fundación Cajasol, en un pequeño espacio se han reunido dirigentes de todo tipo, desde la ministra María Jesús Montero hasta varios consejeros de la Junta de Andalucía. No estaba Juanma Moreno, en labores de partido en el País Vasco apoyando la candidatura del PP para las elecciones de este domingo.
En cualquier caso, a falta de caseta provincial, a pesar del cambio del color político en el Ayuntamiento, se ha celebrado igualmente un acto que, además, ha reunido a alcaldes de todas las sensibilidades políticas: desde Izquierda Unida hasta el PP, con, por ejemplo, Antonio Enamorado, de Lora del Río.
Acudían también parlamentarios andaluces y dirigentes de otras administraciones, como el líder de los socialistas gaditanos, Juan Carlos Ruiz Boix. El grueso de la recepción apenas duraba una hora, y casi toda la atención se la acabaron llevando la ministra Montero y los consejeros andaluces -Patricia del Pozo, Carolina España, Arturo Bernal, Jorge Paradela...-, pero sí sirvió para que, en ese ratito, hubiera cierta normalidad institucional. De Más País a Vox, con concejales en la provincia, como la que fuera candidata en la capital, Cristina Peláez.
Javier Fernández, presidente de la Diputación de Sevilla, era agradecido y lanzaba un mensaje de cordialidad: "Hemos citado a los alcaldes y las alcaldesas para compartir un rato en la Feria. El evento tiene un doble significado: la cortesía (quiero ser un presidente amable e invitar a toda la gente a que participe) y el mensaje de que es una feria de la ciudad, evidentemente, pero también de la provincia".
Una realidad para una Feria que, evidentemente, es de la capital. Pero que sienten como suya en la provincia y especialmente en el área metropolitana. Un cúmulo de municipios donde hay muchísimos vecinos vinculados directamente por la capital: o nacieron en ella y se marcharon a vivir fuera; o acuden cada día a trabajar a la capital; o tienen familia o parentesco, político o de sangre, o simplemente cultural y social, con Sevilla. Hasta deportivo. Porque en la recepción estaba José María Del Nido Jr., presidente del Sevilla FC.
"La Feria va transcurriendo, según nos transmiten, con absoluta tranquilidad. Afortunadamente, tocamos madera, lleguemos al final en las mejores condiciones posibles, donde se haya revitalizado el turismo y la economía", señalaba el presidente provincial. "Parece que esta edición va a batir un récord económico, que seamos capaces también de compensar pues el mal augurio que nos trajo la Semana Santa desde el punto de vista económico, que no del agua".
Y lanzó un último mensaje dirigido a los trabajadores que hacen posible la Feria. Ha recordado a "toda la gente que detrás de bambalinas hacen posible que esta ciudad efímera pueda ser una realidad. A toda la gente de limpieza, a la policía, a los cuerpos de seguridad, a todos los hoteleros, hosteleros, a la gente de las orquestas, a todos sin los cuales sería imposible que esta feria pudiera funcionar como funciona".
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