En la noche de este jueves se conoció el nombre del otro equipo que disputará en el estadio de La Cartuja la final de la Copa del Rey, que será el 6 de abril. Y ese equipo es el Athletic de Bilbao, uno de los grandes en la competición doméstica. Se enfrentará al Real Mallorca, que ya tiene en sus vitrinas otra Copa del Rey hace dos décadas.
Pero, más allá del fútbol, las cuestiones puramente deportivas han derivado en que el del 6 de abril puede ser el mayor desembarco de aficionados en Sevilla hasta la fecha, contando las ocasiones en que este evento se ha celebrado en la ciudad.
Desde 2019, inclusive, esta será la sexta final que se dispute en Sevilla consecutivamente, con una crisis sanitaria mediante que recortó el acceso a los estadios durante dos temporadas.
En anteriores ocasiones, las aficiones que habían disputado el título eran de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Euskadi (el año de la pandemia), Madrid, Navarra y la propia Andalucía.
Ahora, es un equipo insular el que jugará la final, con un equipo vasco. Así, se da la circunstancia de que son dos desplazamientos largos. Y que uno de ellos requiere, necesariamente, desplazamiento por avión de todos los aficionados de uno de los dos equipos, los del Mallorca.
Por ello, salvo que no se cubran todos los asientos de una de las dos aficiones, teniendo en cuenta que son alrededor de 20.000 entradas para cada club.
La afición del Athletic sí tiene opción de hacer un viaje largo sin estancia nocturna: salida de su tierra en la mañana del mismo día de la final, llegar a la previa el partido y viajar durante la noche de nuevo para volver a casa. La del Mallorca lo tiene más difícil.
No sería de extrañar que, de hecho, los aficionados baleares establezcan un puente aéreo no solo con Sevilla, sino también con otros aeropuertos cercanos, especialmente Jerez y Málaga, e incluso desde otros destinos como Madrid.
Todo apunta, entonces, a que el 6 de abril, fecha ubicada entre Semana Santa y Feria de Abril, habrá una necesidad importante de alojamientos entre aficionados del Mallorca, porque apenas tienen alternativas.
Sevilla tiene capacidad hotelera y de pisos turísticos de sobra para acoger a todos esos visitantes. Ya ha acogido la ciudad eventos como finales de competiciones europeas, por lo que no hay nada que no se pueda solventar.
En el portal de hoteles Booking, apenas quedan habitaciones en la capital por menos de 600 euros. En eso, han sido más rápidos los aficionados del Mallorca, que saben desde dos días antes que los del Athletic que se jugarían el trofeo.