Un total de 18 menores han sido detenidos por la Policía Nacional en Sevilla tras sembrar el pánico en el barrio de Los Remedios.
Aprovechando la celebración de Halloween, este grupo se puso a cometer robos con violencia utilizando armas blancas.
El grupo de jóvenes, como apuntan fuentes policiales, generó una gran alarma social. Un total de diez personas fueron víctimas de sus tropelías, teniendo que ser trasladadas dos de ellas al hospital.
La rápida intervención de la Policía Local permitió la localización e identificación de los jóvenes, que ya están detenidos.
Los agentes intervinieron a los menores pasamontañas, cuchillos, machetes, navajas y una careta de plástico, entre otros objetos.
Siete establecimientos precintados
A estos incidentes hay que sumar también las diferentes actuaciones que llevaron a cabo durante la noche del lunes la olicía Local de Sevilla y Bomberos de Sevilla, en coordinación con el Servicio Municipal de Medio Ambiente, que despleg un operativo especial de control sobre los establecimientos hosteleros que habían organizado fiestas de Halloween en la ciudad, que tuvo primero carácter preventivo antes del inicio de las fiestas y posteriormente de vigilancia durante el transcurso de las mismas.
Así, con carácter preventivo, la Línea Verde de la Policía Local impidió la celebración de una fiesta anunciada en un cortijo de Pino Montano, al no disponer de los permisos obligatorios para su celebración. Para evitar el acceso al recinto, la Policía Local dispuso un dispositivo de información y desvío del tráfico que pretendía llegar hasta el lugar de la fiesta. Con este carácter preventivo, se inspeccionó una quincena del resto de celebraciones previstas por Halloween, siguiendo así con una segunda ronda la labor inspectora de días atrás, y además otros establecimientos hosteleros ante denuncias vecinales.
Durante la celebración en sí de las distintas fiestas, se inspeccionaron 15 actividades, con el resultado de seis precintos y desalojos, sobre todo por superar el aforo permitido o no tener licencia obligatoria, que sumaron más de 4.000 personas entre los distintos establecimientos hosteleros, y se levantaron diez actas de denuncias por distintos motivos, sobre todo por molestias por ruidos.
En esta labor inspectora ha sido fundamental la monitorización de las redes sociales y anuncios de todo tipo sobre la organización de fiestas. La documentación sobre la titularidad del local y el responsable final de la fiesta, los permisos administrativos necesarios, los aforos máximos permitidos, la legalidad de las bebidas alcohólicas o las condiciones de seguridad del local han sido las cuestiones principales analizadas.
El delegado de Gobernación, Fiestas Mayores y Área Metropolitana, Juan Carlos Cabrera, ha destacado hoy la efectividad del dispositivo policial que se desplegó con motivo de las fiestas de Halloween y la “contundencia” con la que se actuó para, sobre todo, velar por la seguridad de los asistentes a las celebraciones. “No obstante, quiero hacer hincapié en una reiterada llamada a la responsabilidad de los organizadores de estas fiestas y a la necesidad de que se respeten los aforos permitidos”, según ha dicho.
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