Un agente de la Guardia Civil que presta sus servicios en la Comandancia de Sevilla ha salvado la vida de un niño de dos años en la localidad sevillana de Brenes.
Cuando estaba paseando a su perro, R.G.M. (iniciales del agente) escuchó gritar a una persona pidiendo ayuda. Rápidamente, el guardia civil se desplazó hasta el lugar de donde provenían los gritos y vio a un hombre mayor con un niño pequeño "en volandas", como ha apuntado la Asociación Unificada de Guardias Civiles.
Tras comprobar que el pequeño no tenía ningún objeto en la boca, el agente colocó al niño en posición de seguridad para realizarle la maniobra de reanimación cardio pulmonar. Poco a poco, el pequeño fue recobrando la consciencia y empezó a respirar, no sin dificultad.
Los servicios de emergencia, que habían sido avisados por un ciudadano que paseaba por el sitio, llegaron con rapidez para trasladar al pequeño al hospital para su valoración. Horas después fue dado de alta sin "ningún tipo de secuelas ni incidencias".