Los vecinos de Lebrija que se encerraron ayer tarde en el centro de salud como señal de protesta por la pésima gestión de la sanidad pública siguen adelante con la ocupación. La denuncia cursada contra ellos, tras la visita anoche de la Guardia Civil junto a agentes de la Policía Local, no les ha frenado en el intento de dar visibilidad a los problemas que arrastra el referido centro médico.
En una plantilla de 15 sanitarios, solo hay seis médicos. No hay ningún pediatra desde hace mucho tiempo. Las bajas no se cubren, las urgencias están saturadas y no se dan citas hasta marzo como mínimo. Entre 20 y 30 días hay que esperar de media para acudir al médico de cabecera en esta localidad sevillana. "A veces incluso nos dan cita para dentro de 40 días. Esto ya es insoportable y no podemos callarnos. No nos vamos a rendir", denuncia una vecina. La mayoría de consultas se siguen haciendo por teléfono y acceder a una presencia es prácticamente una misión imposible.
"Estamos muy cansados de esta situación y no nos ha quedado otra que denunciar lo que está pasando", ha manifestado Tito Giménez, uno de los ciudadanos que se encuentra encerrado en el centro de salud de Lebrija. La saturación del personal sanitario es grande, con crisis de ansiedad en algunos casos. Esta situación viene derivada en parte por los recortes del 33 por ciento en la plantilla del Chare, donde se atendían las urgencias de la comarca.
“La permanente falta de personal, especialmente médicos de familia y pediatras, está limitando el acceso de los vecinos de Lebrija a la asistencia sanitaria pública. No se cubren las bajas o ausencias, no existen pediatras desde hace años en el pueblo. La plantilla de médicos de familia adjudicadas son quince, insuficientes para una población de cerca de 28.000 habitantes y la plantilla no se ha cubierto ni en plena pandemia”, ha señalado en un comunicado la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública.
La noche ha sido larga. Con los sacos de dormir que se han llevado, los vecinos han intentado amortiguar el frío. El café, junto a las ganas de reivindicación de los presentes, ha ayudado a sobrellevar el paso de las horas. Esta tarde, a las 18 horas, a las puertas del centro, habrá una manifestación más de un pueblo que cada quince días suele concentrarse para pedir soluciones ante la "nefasta" gestión sanitaria de la Junta de Andalucía.