La procesión de clausura del Congreso de Hermandades de Sevilla, que popularmente se conoce como la Magna, empieza a levantar protestas en sectores que se verán perjudicados por las importantes medidas de seguridad que se han planteado y que les afecta directamente. Este es el caso de la hostelería de la zona centro y casco histórico de Sevilla que no podrán instalar las terrazas en la calle.
La reacción de este colectivo, que preside Alfonso Maceda, ha sido manifestar su total desacuerdo y entender como “imposible” poder abrir el 8 de diciembre. En este sentido, el colectivo explica que numerosos establecimientos, especialmente en el casco histórico y centro sevillano, tienen en la terraza su principal fuente de negocio y que el material que se usa para montarla se almacena en el interior del bar, que suele tener unas reducidas dimensiones, lo que hace totalmente impracticable poder trabajar ese día.
La Asociación de Hosteleros de Sevilla considera que el dispositivo contempla normas que son excesivas, un plan que el lunes fue presentado por el Ayuntamiento y que tienen su vigencia los días 7, con los traslados, y el 8 con la procesión.
La asociación critica que el plan, en lo que a la hostelería se refiere, se ha montado sin contar con ellos y sin tener en cuenta los argumentos que hacen imposible trabajar en esos días. Evidentemente, el malestar creado en este colectivo es importante, para la que se demanda una respuesta sobre sus peticiones, mientras que la Asociación está comprobando cuántos de sus asociados abrirán esas jornadas.