En las últimas semanas, a raíz de la desgracia ocurrida en Murcia, donde varios jóvenes murieron en el incendio de una discoteca que no cumplía la legalidad vigente, los ayuntamientos de las grandes ciudades españolas han aumentado la inspección de este tipo de recintos.
Que se supere el aforo o que no se cumpla alguna de las medidas de seguridad que se deben llevar a cabo para que una noche de diversión no acabe en desgracia es algo que sucede con mayor frecuencia de la que debería.
En la noche del viernes Sevilla vivió un nuevo ejemplo. Por suerte no ocurrió nada, pero cualquier imprevisto podría haber provocado un accidente similar a lo que ocurrió hace algunos años en el Madrid Arena, donde el bloqueo de las salidas provocó la muerte de varias chicas.
El Ayuntamiento de Sevilla ha tenido que precintar una de las salas de fiestas situadas en la calle José Díaz, en la Macarena, por graves incumplimientos en las medidas de seguridad. "Las vías de evacuación estaban obstruidas impidiendo el correcto uso de las salidas de emergencias, lo que comprometería la seguridad de los clientes en caso de una evacuación", señalan las autoridades.