El turismo está emergiendo como el principal debate en las grandes ciudades de España, por lo que supone directamente y también por sus consecuencias indirectas. Sevilla es la tercera ciudad española más visitada, por lo que no está exenta de esta problemática. En los últimos meses, además, hay que sumar el malestar vecinal con protestas por la situación que vive, especialmente, el centro de la capital hispalense y que se han replicado en otras localidades cercanas como Cádiz o Málaga.
Este jueves, Sevilla está celebrando el Pleno Extraordinario Estado de la Ciudad de Sevilla y este tema, como no podía ser de otra forma, ha estado encima de la mesa. De hecho, el propio alcalde de Sevilla, el popular José Luis Sanz, ha sido el encargado de mencionar en su primera intervención el reto que supone que la capital de Andalucía encuentre el equilibrio para vivir y ser visitada.
En este sentido, Sanz ha reconocido que los visitantes están comenzando a provocar problemas de convivencia con los vecinos de Sevilla. No obstante, ha insistido en que la capital hispalense es una potencia turística y que el objetivo es que lo siga siendo. El alcalde popular se ha manifestado en varias ocasiones favorable a la tasa turística, sin embargo, cada vez que ha alzado la voz para pedir la puesta en marcha de este tributo ha encontrado el rechazo de su propio partido desde la Junta de Andalucía.
Sevilla es una ciudad con 9.500 pisos turísticos, el doble de viviendas disponibles para el alquiler de larga temporada. Además, barrios como Santa Cruz ya tienen más pisos turísticos que inmuebles para vivir. En este sentido, el alcalde ha achacado a la oposición no haber respaldado la medida para limitar los pisos turísticos. Sin embargo, el resto de formaciones insiste en que sin incluir una moratoria la medida se quedaba a medio camino.