La lluvia en abril siempre es una maravilla en Sevilla. Y más cuando han pasado más de 50 días desde las últimas precipitaciones en una capital hispalense que hoy estrena su Feria de Abril con su sábado de pescaíto y el encendido del alumbrado a las doce de la noche.
Pero, siguiendo con los refranes, nunca llueve a gusto de todos. Y, en este caso, nos encontramos con unos afectados por el necesario, pero insuficiente regreso de la lluvia.
El agua ha destrozado los miles de farolillos que se habían colocado en las calles del Real sevillano. Según el Ayuntamiento de Sevilla, la "necesaria lluvia ha tirado el 98 por ciento de los farolillos".
Lipasam Sevilla ya ha comenzado a retirarlos del suelo y se acelerará su reposición para que las calles de la Feria de Abril vuelvan a lucir lo antes posible.
Un pequeño chaparrón que ha provocado la caída de los farolillos, pero que no aliviará en nada la dura sequía que está pasando Sevilla, Andalucía y el resto del país.