A poco más de cuatro meses de la celebración del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular en Sevilla, el número de personas inscritas supera el millar, una cifra que “cuadra con las previsiones de la organización de un evento que pondrá a la archidiócesis hispalense en el centro de los debates sobre religiosidad popular a nivel mundial”, señala la organización en un comunicado.
El secretario general del congreso, Joaquín de la Peña, eón declaraciones a un medio de comunicación, subrayó que el 50% de los inscritos proceden de fuera de Sevilla. En el apartado extranjero informó que llegarán congresistas procedentes de México, Italia, Chile, Paises Bajos, Francia o Portugal. “No nos preocupa demasiado el tema de las inscripciones”, añadió de la Peña, que apunta que los delegados episcopales de todas las diócesis españolas estarán presentes en Sevilla el próximo mes de diciembre.
Acogida “fraternal y afectuosa” en España
Una vez finalizada la gira de presentaciones del congreso por diócesis españolas, se hace una valoración positiva: “Ha habido una acogida verdaderamente fraternal y afectuosa, y estamos un poco abrumados por cómo se nos ha recibido (…) Hay un verdadero entusiasmo por el congreso”, reitera Joaquín de la Peña.
Trece exposiciones, conciertos… La programación cultural del congreso está prácticamente definida, y “la gran sede de ese programa cultural será la ciudad”, según afirma el secretario general. Como pasó hace veinticinco años, los organizadores están encontrando “puertas abiertas, afán de colaboración y de integrarse en este proyecto”. Joaquín de la Peña también se refirió a la obra social –“que quizás sea lo más desconocido del proyecto del congreso”-, un proyecto que “también progresa adecuadamente”.
Procesión de clausura
Finalmente, el secretario general se refirió a la procesión de clausura, y a los cambios que ha habido que hacer en el itinerario inicialmente previsto para adaptarlo a los requisitos del consistorio sevillano.
La pasada semana se llegó a una solución de consenso que cuadra con una de las indicaciones que puso sobre la mesa el arzobispo, monseñor José Ángel Saiz Meneses: “que nadie que venga a Sevilla se vaya sin haber podido ver la procesión”. De la Peña zanjó el asunto afirmando que “tenemos una ciudad que está más que acostumbrada a celebrar eventos de este tipo”.