Nuevo día de atascos en la AP-4 desde Sevilla en sentido Cádiz

Las altas temperaturas provocan fallos de motor, lo que produce embotellamientos. La situación no es tan mala respecto al terrible lunes de cuatro horas de atascos

AP4: imagen de un atasco este verano en la antigua autopista.

Un nuevo jueves de atascos a la salida de Sevilla en sentido Cádiz por la AP-4. Se ha convertido en una imagen habitual del verano. El problema es que ya no es solo cosa de horas punta en fines de semana.

La gran cantidad de visitantes que tiene la costa de la provincia de Cádiz genera continuamente un tráfico lento en muchos puntos de la carretera. En el caso de Sevilla, la AP-4 es la que conecta a los que llegan desde la A-92 y de la A-4 desde Madrid.

Así, buena parte de los vehículos que van camino de la provincia de Cádiz desde cualquier punto de España acaban circulando por esta carretera, que llega hasta Jerez, y desde donde se puede conectar con diversas vías en la provincia de Cádiz, ya sea por la autovía de Los Barrios, como por las autovías hacia Sanlúcar o hacia El Puerto, Cádiz, Chiclana y todas las playas de La Janda.

Esta semana se produjeron varios atascos importantes de varias horas que tenían como causa el incendio de un camión, que quedó a un lado de la carretera

A la altura de Sevilla, la AP-4 sirve también como vía de llegada para municipios dentro del anillo exterior del área metropolitana. Así, se da el caso de gente que trabaja en Sevilla pero reside en Los Palacios y Utrera que también necesita utilizar esta carretera.

El calor, además, dificulta la situación. Las altas temperaturas por la ola de calor que azota Andalucía producen averías en muchos coches, especialmente cuando hay que circular pisando mucho el freno, o realizando cambios a marchas bajas. Frenar, meter primera, volver a frenar, circular cinco minutos y volver a frenar... Todo eso hace que sufra el motor cuando se superan los 40 grados, que en el asfalto son muchos más a pleno sol.

Y estas aglomeraciones son también causa de accidentes, a menudo de poca envergadura, como ligeros toques provocados por despistes o cambios de carril a baja velocidad, lo que provoca mayores embotellamientos hasta que la situación se estabiliza, echándose los vehículos a un lado o esperando la llegada de la Guardia Civil.