El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha defendido este lunes el proyecto presentado por el Ayuntamiento de cerrar y cobrar entrada por acceder a la Plaza de España, una medida con polémica que en las primeras horas ha logrado en plataformas de internet más de 10.000 firmas en contra.
Una medida que ha tenido ya la resistencia de la oposición. Podemos, IU y PSOE se han mostrado contrarios. Y no es asunto menor, porque han sido los concejales de la izquierda quienes más están colaborando para la gobernabilidad de la ciudad. Muestra de ello es que fueron quienes permitieron aprobar nueve de las once modificaciones presupuestarias que llevó el gobierno municipal al último pleno, por lo que son socios más importantes, a día de hoy, que Vox, con una evidente distancia desde hace meses. Vox, por cierto, aún no ha tomado postura oficial sobre la Plaza de España.
José Luis Sanz ha seguido adelante en su intento de convencer ante la decisión. Entre sus argumentos, ante los periodistas en un acto cercano en el parque de María Luisa, ha sugerido que lo mejor era "dar un paseo" por la plaza de España para ver el estado "de la balaustrada", o "los manteros" o "la música" de los intérpretes callejeros.
El Ayuntamiento insiste en que dentro de cinco años será el centenario de la Expo del 29, que transformó Sevilla, y que dejó como herencia preciosas obras del regionalismo andaluz, y cuya joya mayor es la Plaza de España. "No se puede mantener solo con el IBI que pagan los sevillanos", ha dicho sobre los destrozos que sufre la plaza.
Además de insistir en que solo pagarían entrada los vecinos de fuera de la provincia ("los de Mariena, Lebrija o Carmona tampoco van a pagar"), ha hecho un cálculo que revela la previsión del Ayuntamiento. Y ese cálculo es que la entrada serían "tres o cuatro euros". "Supongamos que de los casi cuatro millones de visitantes que tiene la ciudad de Sevilla en cifras oficiales, multiplique por tres o cuatro euros. Esa cantidad permite que esta plaza tenga un servicio de vigilancia y control 24 horas al día 365 días al año, que ahora mismo no tiene. Por desgracia, no hay un ejército de policías locales, faltan 500 plazas todavía".
En el día a día de la aplicación de esta medida, que está en proyecto, el regidor ha asegurado que los sevillanos "van a poder seguir deambulando por este espacio, los coches de caballos podrán seguir entrando, nadie lo pone en cuestión. Pero si un señor de Londres quiere hacerse una foto con su familia, pues que tenga que pagar 3 ó 4 euros, como cuando yo voy a Londres".
De hecho, habría dos colas diferenciadas. Por un lado, el turista con entrada, y por otro, el residente o quien tenga una cita, por ejemplo, con Extranjería.
Otra medida en paralelo al cierre de la Plaza de España la creación de un taller de restauración municipal, con estudiantes de la escuela de Bellas Artes, que vigilará continuamente y reparase cualquier desperfecto en la plaza. Actualmente, hay adjudicado un contrato de 100.000 euros, una cifra insuficiente, dice el Ayuntamiento, para la necesidad de reparaciones. "Antepongamos los intereses de la ciudad, no hagamos demagogia", ha dicho el alcalde.
Una pieza clave de este asunto es el PSOE, pero no el municipal, sino el Gobierno central. Porque en la plaza está la Subdelegación del Gobierno, adonde se acude a realizar trámites. El Gobierno ha venido a decir que dejará la puerta abierta para acceder desde su sede a la plaza sin pagar. Además, es evidente, y así lo ha reconocido el Ayuntamiento, que no habrá que pagar para hacer trámites en Subdelegación desde el primer momento. "Otro debate es que haya oficinas del Gobierno en un emblema del 29. Un debate a abrir. ¿Qué sentido tiene eso? Es absurdo".
"Ya he pedido cita al subdelegado", ha dicho Sanz, "como inquilino de la plaza para que conozca el proyecto". "Otra cosa es que nos diga el Gobierno de la Nación que nos va a mandar una partida de cinco millones para mantener la Plaza de España, y ponerla de dulce de cara a 2029. Si hace eso, no se necesita convenio".
Respecto a la alternativa de la tasa turística, Sanz ha subrayado que son dos asuntos que nada tienen que ver. "Cuando uno va a Roma y paga la tasa turística, ¿no paga para entrar en el coliseo? La tasa turística es otro debate, y soy partidario si lo pide el sector y tiene un sentido finalista, que sirva para promocionar la ciudad y repercuta en el propio sector para darle más fortaleza, para rehabilitar el casco histórico". Y ha remachado: "No conozco a nadie que deje de ir a Venecia o Roma por la tasa turística".
Otra de las cuestiones que han sobrevolado el asunto es el uso privado que ya se hace de la plaza en otros eventos, como en el Icónica, o la carpa en paralelo a los Grammy Latinos. "Yo no firmé el convenio de ICónica, sino antes de irse el anterior gobierno. Yo he dicho que aquí no viene una carpa más, ni una más".