Por casualidad, un agente de la Policía Nacional fuera de servicio paseaba por Écija, municipio de Sevilla, cuando se topó con un hombre que contaba con una orden de localización y detención por haber cometido diez robos con fuerza en interior de vehículos.
El policía reaccionó de inmediato y se acercó al individuo que había realizado multitud de robos para proceder a su identificación. Una vez realizada las comprobaciones pertinentes resultó ser la persona sobre la que recaían sus sospechas.
El agente le advirtió que iba a ser detenido, pero, en ese momento, el acusado intentó agredir con unas tijeras al policía, que, a pesar de la gran violencia y resistencia, consiguió reducirlo y esperar a la llegada de los compañeros de trabajo para su traslado a comisaría en condiciones de seguridad.
Según traslada el Cuerpo en una nota, el arrestado y las diligencias instruidas fueron puestos a disposición de la autoridad judicial.