Durante la mañana de este miércoles, en el centro penitenciario Sevilla I, realizando el recuento rutinario de cada jornada, el funcionario encargado del módulo 8 se encontró en su celda a un interno de 34 años acostado en su cama y completamente sin sentido. Inmediatamente procedió a intentar reanimarle, no sin antes avisar por el walkie talkie a los servicios médicos.
Una vez que los servicios sanitarios acudieron a la celda, solo pudieron certificar el fallecimiento del preso, aparentemente por sobredosis, a espera de lo que determine la autopsia. La asociación de funcionarios de prisiones Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) denuncia que el hecho de que la dirección general de Instituciones Penitenciarias haya vuelto a permitir tanto las comunicaciones vis a vis como los permisos está originando el aumento de la cantidad de droga en las prisiones.
TAMPM considera que el hecho de mirar para otro lado ante la nueva ola de contagios que se está viviendo está poniendo en peligro la salud tanto de internos como de funcionarios. De momento, en la provincia de Sevilla la situación está controlada en todos los centros, pero temen que se puedan vivir situaciones parecidas a las vividas en la cárcel de Picassent, donde ha habido aislamientos.