La Asociación A Contramano ha celebrado este sábado una concentración que llevaba tiempo fraguándose y que se aplazó en su día debido a la climatología. Finalmente, ha pedido celebrarse, con el apoyo también de los colectivos Greenpeace, Ecologistas, Red Sevilla por el Clima, Sevilla Se Mueve, Sevilla Roller Party y Ciclotrabajadores de San Pablo. La concentración partían a las 11:30 horas de la mañana desde la Alameda de Hércules hacia Luis de Morales.
Los convocantes recuerdan que el carril bici, joya de la corona de la movilidad sevillana, y que fue instalado en 2007 cuando solo algunas grandes ciudades habían apostado por una red de este calibre, hoy mueve a más de 100.000 usuarios al día. Está aceptado por los sevillanos, no solo los más jóvenes, y más aún desde el boom del patinete eléctrico.
Pero, según los convocantes, ahora está ante uno de sus mayores ataques. Uno es la desaparición del carril en Luis de Morales a cuenta de las obras del tranvía. Si bien, lamentan que directamente el alcalde, José Luis Sanz, quiere replantear algunos en zonas que son compartidas por peatones: San Jacinto, Constitución o Asunción. "Por si esto fuera poco, desde la Gerencia de Urbanismo se plantea un nuevo modelo de carril-bici, de ancho reducido, por la calzada y sin protección alguna frente al tráfico".
"La conversión del carril-bici de Luis de Morales en un carril compartido con los peatones y señalizado con chinchetas metálicas, supone la creación artificial de conflictos antes inexistentes entre peatones y ciclistas, en apariencia para eliminar o restringir el tráfico ciclista por dicho carril-bici, a pesar de estar incluido en la red básica de vías ciclistas definida en el PGOU de la ciudad", señalan los convocantes. "Rechazamos esa reforma y demandamos un carril-bici de calidad, según el modelo de la vecina Avenida de San Francisco Javier". Todo, cuando precisamente ese carril de convivencia es lo que se quiere eliminar en calles peatonales.
Y otro asunto tiene que ver con la turistificación y sus excesos. En concreto, el de los veladores. "Esta evidente contradicción no hace si no poner de manifiesto el verdadero motivo para eliminar carriles-bici, que no es ese, sino las presiones del sector del comercio hostelero de la ciudad, siempre ávido de nuevos espacios para instalar más veladores. Basta una breve visita a San Fernando o a la Avenida de la Constitución para comprobar que el carril-bici es la última barrera a la expansión de los veladores, que de otro modo llegarían hasta las vías del tranvía".
Otro de los asuntos que queman a los ciclistas es el nuevo carril bici sin separador de tráfico en el puente de San Telmo, "sin una protección eficaz frente al tráfico motorizado que circula adyacente a los ciclistas y, en ocasiones en sentido contrario. Este nuevo modelo de carril-bici nos retrotrae a épocas que creíamos ya superadas, en las que las vías ciclista se diseñaban pintando rayas blancas en la calzada, algo que está explícitamente desaconsejado en el vigente Programa de la Bicicleta, aprobado por unanimidad de todos los grupos en el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla".