Subirse a un autobús de Tussam y picar con un bonobús sin transbordo tiene el coste de 35 céntimos desde 2023. Es una de las medidas que las administraciones pusieron en marcha para llevar a cabo la recuperación por la pandemia. Hasta entonces, un viaje con las mismas características costaba 69 céntimos.
Una situación similar se vive con los autobuses del área metropolitana y el metro. Hacer un desplazamiento de un salto con el Consorcio cuesta 43 céntimos, menos de la mitad de lo que costaría sin las bonificaciones (1,07 euros) y mucho menos de lo que sale un billete sencillo sin el bonobús (1,70 euros). Precios que para los usuarios habituales han supuesto un importante alivio.
Sin embargo, pese al éxito, la continuidad de estas ayudas es una incógnita. El Gobierno aún no ha presentado ningún paquete de medidas concreto y ha deslizado que habrá subvenciones, pero con algunas modificaciones. Está previsto que en el último Consejo de Ministros se aprueben las medidas en este ámbito.
No obstante, el resto de administraciones aún no tiene conocimiento de los planes del Ejecutivo central. Así lo confirman a lavozdelsur.es fuentes tanto de la Junta de Andalucía como del Ayuntamiento de Sevilla. "Estamos a la espera de saber cuál es la regulación definitiva estatal, pero si se puede el objetivo es que todo siga como hasta ahora", aseguran desde el Consistorio hispalense. Un discurso prácticamente idéntico al de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía.
Desde 2023 el Gobierno viene complementando un 30% del precio del transporte público, cantidad que aumentó con un 20% más por parte de las comunidades autónomas y los ayuntamientos. La situación para 2024 fue distinta y estas ayudas se vieron comprometidas hasta el último momento ya que el Ejecutivo condicionó su bonificación del 30% a que las otras administraciones se sumaran con ese 20%. Era todo o nada.