El Betis se proclamó, este sábado, campeón de la Copa del Rey tras vencer al Valencia en los penaltis en un partido disputado en el estadio de la Cartuja de Sevilla. Durante todo el día, miles de afionados béticos y valencianistas llenaron las calles —y los bares— de la ciudad, sobre todo del centro y del entorno de la Alameda de Hércules, lugar de quedada de la afición local.
El rastro de la previa y de la posterior celebración bética se deja ver en las calles de Sevilla en forma de basura. En previsión de este escenario, la empresa pública Lipasam desplegó un dispositivo de 213 trabajadores y 64 vehículos para mantener la limpieza del entorno del estadio de La Cartuja, los aledaños del Benito Villamarín y las zonas del Casco Antiguo donde se produjeron concentraciones de aficionados.
Para este dispositivo se cuenta con un importante despliegue humano y mecánico, tanto en las horas previas, como durante y después del partido. Se realizarán tareas de barrido y baldeo, además de vaciado de papeleras y contenedores, con el objetivo de mantener la limpieza en toda la zona del estadio de La Cartuja y sus aledaños, la salida y traslado de ambos equipos antes del partido, la zona del centro de la ciudad donde se concentren aficionados, el entorno del Benito Villamarín y el posterior seguimiento a la afición del equipo vencedor, informaba el Ayuntamiento. Un despliegue que no ha evitado que la basura se apodere de las zonas más concurridas.