Desde antes de las ocho de la mañana, la avenida de la Constitución era una estampa de belleza sevillana. Luz y sin calor; gente y sin vallas; de punta en blanco y alegría. Con los nuevos gallardetes azules, y con el adiós a los bordados que serán renovados tras 100 años.
La Virgen de los Reyes cruzaba de nuevo la Puerta de Palos, un año más, con gran presencia de público y mucha luz, un día espléndido y agradable, porque el tiempo ha acompañado al no apretar el calor desde primera hora.
El alcalde, con un esguince, se quedó en la Catedral y no pudo realizar la procesión. Sí lo hicieron el subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano, o la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, además de una representación de la Diputación encabezada por Javier Fernández.
El recorrido se ha dado con normalidad, y eso que había algunos policías locales en una protesta que ha sido silenciosa, solo de presencia física con petos.
"El día ha acompañado, un colorido único", decía el alcalde, José Luis Sanz. "La avenida ha quedado preciosa con los nuevos gallardetes".
Tras una hora y cuarenta minutos de recorrido, volvía el palio a la Catedral, poniendo broche a una madrugada de mucho trabajo y devoción.
Es un año especial porque la Virgen de los Reyes volverá a las calles por segunda vez este 2024. Será en diciembre, en la procesión magna mariana del día 8, día de la Inmaculada, que cierra el congreso de hermandades.
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