Septiembre tiene, de siempre, más de inicio del año que el propio mes de enero. Más, en Sevilla, porque el verano es, en muchos aspectos, en lo privado y en lo público, tiempo inhábil. Pasada la asfixia del calor, toca renovar las intenciones tras renovar las fuerzas, estrenar zapatos y poner en marcha lo nuevo. Y la ciudad, la actividad municipal, empieza un nuevo tiempo.
Tras la reforma de calado de las delegaciones, con importantes traspasos de carteras, toca empezar de nuevo. Hay que recordar lo obvio, y es que en las áreas municipales no es habitual un cambio tan importante de nombres, porque los ayuntamientos no son ni la Junta ni el Gobierno central. Es evidencia de que muchas cosas del primer año de mandato de José Luis Sanz, muchas cosas no han ocurrido como el alcalde quiso.
Aunque el verdadero cambio llega con la aprobación en agosto del presupuesto municipal. En 2023 se trabajó sobre el aprobado por los socialistas, y en 2024, con las cuentas prorrogadas. En un movimiento de esos imprevistos, de los que cada vez hay más en la política española, el gobierno local se sacó de la chistera un artículo de la Loreg para sacar adelante unos presupuestos en minoría, un procedimiento casi desconocido pero efectivo para lograrlo. Moción de confianza perdida por Sanz pero que sirvió para preguntarle a la oposición si en el pleno había alguien con más capacidad que él para tejer una mayoría. Al no haberla, se aprobaban las cuentas. De forma resumida, ha valido para el PP tenga presupuestos propios; a la vez, tras la tensión en aquel pleno, parece que el movimiento ha alejado aún más a Sanz de la oposición. Y viceversa.
Sanz: "Sevilla tendrá presupuestos en 2025, sí o sí"
Esta semana, el alcalde evidenciaba algo sobre el futuro de la ciudad: hay intención de presentar los presupuestos de 2025. Estarán en borradores en octubre para intentar, de nuevo, llegar a pactos y aprobarlo. Si no, Juan Bueno, delegado de Hacienda, no descartaría aplicar de nuevo el artículo de la Loreg para presentar una moción de confianza abrochada a las cuentas, la vía extraordinaria. "Estamos abiertos como estuvimos el año pasado a negociar", indicaba el alcalde. "Pero sí adelanto que la paciencia no es infinita. Estamos abiertos a propuestas, a enmiendas, pero repito, Sevilla va a tener presupuestos, sí o sí".
El presupuesto es lo que sirve para hacer políticas, en realidad. Y esas políticas vienen marcadas por una agenda de necesidades. En Sevilla, hay tantas necesidades como uno quiera buscarlas y valorarlas. Pero en el debate, parece, hay dos asuntos más candentes, y que marcarán la agenda de los próximos meses. Por un lado, muchos ciudadanos indican que la ciudad está más sucia. Y aunque pudiera rebatirse, a menudo resulta evidente que, como poco, la promesa de un arreglo de la situación tras la llegada al poder no ha funcionado.
En los últimos días, el asunto ha sido el de las ratas. La delegada Evelia Rincón ha insistido en que se está trabajo y reconocía esta semana que "hay mucho por hacer, pero también se ha hecho bastante, aunque hay que intensificar el trabajo". El contrato de desratización se ha duplicado, pero como adelantó lavozdelsur.es hace meses, "el servicio DDD (desinfección, desratización, desinsectación) propio del ayuntamiento está muy mermado y tendremos que trabajar para reforzarlo, pero no dejan de intervenir en todas las quejas que nos llegan". Un servicio, el de animales, que implicó que los policías locales acogieran en comisaría a los animales como buenamente podían, y que adelantaba por febrero que, si no llovía, las cucarachas y ratas saldrían a la superficie, según especialistas consultados. Finalmente, llovió en Semana Santa abundantemente, lo que atenuó la emergencia.
La limpieza, en general, no se ha solucionado y queda mucho por hacer, reconoce el Consistorio, pero sí defiende contrataciones, nuevos servicios y un trabajo que aún no ha transformado la ciudad. Si es más que evidente, tras la campaña electoral, que Sanz se vio impulsado por las críticas a la limpieza, quedan menos de tres años para otras elecciones y ya la oposición le echa en cara que el problema no era tan fácil de solucionar. Con el presupuesto, parece, se hará un nuevo esfuerzo.
El otro asunto es el de los pisos turísticos. Antes del verano, el Ayuntamiento propuso una primera limitación centrada en los barrios más afectados, marcando un 10% como límite para que se impidieran nuevas licencias. Es decir, en aquellas zonas donde una de cada diez viviendas tenía usos turísticos, no se permitiera ninguna más. La oposición tumbó la propuesta exigiendo que el número fuera más bajo. Varias ocasiones lo ha intentado negociar el gobierno local, pero la oposición ya habla de marcar ese límite en el 2,5%. Eso, dice el Ayuntamiento, sería arbitrariamente impedir todas las nuevas licencias en toda la ciudad. Los partidos de la oposición le recuerdan que, si no es así, será como una mancha de aceite: los inversores, si no pueden poner casas en alquiler turístico en el centro, se irán a los barrios y el problema persisitirá, pero con más zonas afectadas. No hay solución en el corto plazo, parece.
El PSOE se abre a negociar, pero con "un modelo de ciudad" por delante
El PSOE ha sido la formación que más apoyos ha brindado en los últimos 12 meses al gobierno municipal. Lo hizo con las ordenanzas fiscales, pactando reformas tributarias municipales con el PP. Eso abrió la puerta a pensar que podría haber acuerdo sobre los presupuestos, pero no hubo acuerdo. Sonia Gaya explica a lavozdelsur.es que, de este nuevo curso político, "lo primero que hay que afrontar es la situación del turismo, la convivencia con los vecinos y la dificultad de los alquileres".
"El problema va más allá de un presupuesto"
Pero pone sobre la mesa "la situación de los seis barrios" con más dificultades, que han vivido "otro verano con cortes de luz. Independientemente de que haya muchos motivos detrás, en el siglo XXI en Sevilla no es normal que ocurra. Es la Sevilla poliédrica, de las zonas con renta per cápita más alta y la más baja, que se siente excluida de la ciudad".
Asimismo, para este año pedirá al gobierno municipal "inversiones, porque tenemos la sensación de que solo hay proyectos que estaban de antes, como Altadis o el tranvía. No hay nuevas inversiones que cambien la ciudad, sino cosas puntuales". Eso va "más allá del tema de la limpieza, que el alcalde dijo que solucionaría en dos meses y ahora somos noticia nacional por las ratas, y no en zonas cercanas al río, donde quizás podría en un momento dado ser algo más normal, sino en zonas muy residenciales. Es una cuestión de salubridad. Pero lo peor es que no acierta con la estrategia de ciudad. Eso va más allá de un presupuesto, se tiene que notar en todas las áreas, en todo el documento, como algo transversal, como modelo de ciudad".
En ese sentido, el PSOE le pedirá una nueva forma de afrontar la relación con ellos. "Cada partido de la oposición tendrá sus motivos, pero no somos la oposición como un conjunto, porque podemos coincidir en el no a determinadas propuestas, pero con nuestras razones. El PSOE quiere hablar, porque somos un partido institucional, de gobierno. No queremos que la ciudad se quede parada, pero el gobierno debe ser generoso y tener capacidad de escucha".
En ese sentido, Gaya participó en reuniones con el delegado de Hacienda para ver las posibilidades de sacar adelante un presupuesto en 2024. "No puedes sentarse a hablar y decir que es que les presentas las propuestas que llevabas en tu programa electoral. Pues claro que sí, es lo que haremos. No es pedirle al gobierno municipal diez cosas y que nos acepte cinco para que apoyemos su presupuesto. Es trasladar planteamientos políticos". Hace además la siguiente reflexión: "Si le pidiéramos 10.000 euros para tal o cual partida, claro que aceptarían, pero no va de eso".
Y recuerda: "Ya apoyamos este año modificaciones presupuestarias por 40 millones y las ordenanzas fiscales. Pero no vamos a entrar en el chantaje del gobierno municipal, el de que si no aprobamos lo que nos proponen, es que somos muy malos. Coincidimos en muchas cosas, como en la limpieza, y no en otras, como que no haya una delegación propia de Igualdad o presupuestos para Memoria Democrática. pero queremos acuerdos cualitativos, de ciudad, no solo cuantitativos".
Vox: "El PP nos culpa de su impotencia"
Teóricamente, para este mandato, el apoyo fundamental del pleno debía ser Vox. Nada de eso. Empezó con cierta normalidad hasta que en septiembre del 2023, la portavoz, Cristina Peláez, aseguró que Sanz le había prometido entrar en el gobierno después del verano. Nada de eso, dijo el alcalde. Al final de la primavera, trascendió un acuerdo entre PP y Vox con el fin de dotar de estabilidad a la ciudad. Pero volvió a encallarse el asunto: Vox dijo que lo filtrado entonces a la prensa era cierto y que estaban negociando entrar en el gobierno, y el gobierno local, por segunda vez, lo negó. Aquello sacó del cajón la jugada de la moción de confianza para aprobar los presupuestos. Habría sido la reconciliación tras un año de malas palabras en el pleno, pero Vox y el PP son los dos partidos más distanciados en Sevilla capital. Irreconciliables.
Fuentes del partido indican que "el arranque del curso político no invita al optimismo. De un lado, la crisis de gobierno, o la remodelación del gobierno anunciada por el alcalde a las cuatro de la tarde del dia de la Virgen de los Reyes, nos invita a pensar que lejos de querer darle un necesario impulso al gobierno y poner en marcha la ciudad, lo que ha hecho es simplemente premiar a sus leales y poner distancia con los criticos". Una lectura, la de Vox, que encajaría con la idea de que Sanz se ha distanciado de los nombres que el PP andaluz puso en su lista.
"Ha desaprovechado una gran oportunidad", sentencian desde Vox. "Y ahora vemos cómo presenta sus líneas del presupuesto de 2025 a los sindicatos y a los empresarios, a los que ha utilizado para intentar meter presión a la oposición. A nosotros no nos ha convocado a reunión alguna, ni tenemos ningún documento, ni información al respecto. Por tanto, parece que quiere seguir insistendo en su estrategia de culpar de su impotencia a la oposición y de seguir ejerciendo la oposición a la oposición".
Desde Vox avisan: "Eso no conduce a nada. Tampoco se ha avanzado lo más mínimo en el asunto de los pisos turisticos... siguen enrocados y no quieren escuchar a la oposición. Con todo, nada invita al optimismo en este nuevo curso político. Nosotros por nuestra parte vamos a ejercer la oposición con toda la contudencia posible pues vemos que todo lo que está haciendo el gobierno, hasta ahora, sólo conduce al regreso del socialismo al gobierno municipal. Marca de la casa del PP, por otra parte, que históricamente no dura más de un mandato en Sevilla".
El diagnóstico de la izquierda: "Los mismos problemas" del pasado curso y la mejora de servicios públicos
Dos formaciones en alianza están representadas a la izquierda del PSOE. Son Podemos e IU, que, en realidad, han dado luz verde a algunas modificaciones presupuestarias. Más apoyo, aunque no mucho, que el que ha prestado Vox en el último año. Las formaciones, aunque se dividen el trabajo, por razones más que conocidas -el distanciamiento de las formaciones de izquierda a nivel nacional es el trasfondo-, en muchos aspectos trabajan coordinada pero separadamente.
Desde Podemos, Susana Hornillo, su concejal, explica que "Sevilla afronta el nuevo curso político con los mismos problemas y retos con los que inició su mandato el Partido Popular, con la salvedad de que se han agravado fruto de la inacción municipal". Apunta a "la suciedad en los barrios o la presencia de plagas de ratas y cucarachas en parques y colegios, dos fenómenos que el PP ha cuya existencia ha venido negando sistemáticamente hasta que no ha tenido más remedio que admitir públicamente con la adopción de planes de emergencia para su erradicación". Pero los pisos turísticos sigue siendo la gran asignatura pendiente: "Urge detener la invasión de este modelo depredador que merma el derecho de acceso a la vivienda para los vecinos y vecinas de Sevilla. El PP sigue cerrado a la negociación y sin escuchar las peticiones de grupos políticos y asociaciones vecinales, mientras siguen concediendo licencias y el precio de la vivienda se vuelve inasumible para las economías familiares".
Por parte de Podemos, "pondremos el acento en proponer un modelo de ciudad que proteja sus espacios públicos y los derechos de la ciudadanía frente a los intereses especulativos y estrictamente económicos que caracterizan las políticas del PP. En este capítulo encontraremos debates relevantes como la nueva normativa sobre terrazas de veladores, la gestión del arbolado, o las modificaciones urbanísticas asociadas a la ampliación de los campos del Betis y el Sevilla".
Desde Izquierda Unida, su líder, Ismael Sánchez, daba cuenta del inicio del curso en sus redes. Primeramente, mostrando su "profunda preocupación por la gestión que el actual gobierno municipal ha venido realizando en nuestra ciudad. Sevilla enfrenta grandes retos y problemas que, lejos de ser atendido con la seriedad y el compromiso que requieren, han sido tratados con una absoluta falta de visión".
Una cuestión, la del modelo de ciudad, que planea en el mismo diagnóstico del PSOE: "El desempleo, la precariedad laboral y la desigualdad social siguen siendo una realidad que golpea a miles de sevillanos y sevillana. La gestión de la cultura o del deporte también han sido un desastre. Las políticas de este gobierno se muestran insuficiente y desconectada de las necesidades reales de la gente, porque se sigue apostando única y exclusivamente por un modelo productivo basado en el turismo".
"En cuanto a la vivienda, Sevilla vive una crisis habitacional sin parangón, con alquileres desorbitados, una especulación inmobiliaria que expulsa a las familias de sus barrios. Y si hablamos de la situación de los servicios públicos, también es alarmante. Ha sufrido recortes y privatizaciones".
Por todo ello, la propuesta para este nuevo curso del concejal de IU es los "servicios públicos", que "sean de calidad, accesible y gestionados de manera directa y transparente".
Respecto a otras medidas como la movilidad, relacionados con el cambio climático, desde IU insistirán en que "Sevilla necesita un plan ambicioso de transición ecológica que promueva el transporte sostenible la eficiencia energética y la conservación de nuestros espacios verdes. Desde Izquierda Unida seguiremos luchando por una Sevilla más justa, solidaria y sostenible. Una Sevilla que ponga a las personas en el centro de sus políticas y que no se deje arrastrar por los intereses de unos pocos. No cejaremos en nuestro empeño de defender los derechos de la clase trabajadora y de luchar por un futuro mejor".
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