El asunto de la Policía Local se está enquistando en estos primeros meses de mandato de José Luis Sanz en el Ayuntamiento de Sevilla. Ya en un pleno en el pasado, la presencia sindical acabó en la expulsión de agentes del Salón Colón. Las peticiones son múltiples pero, a la vez, fáciles de entender: mejores condiciones de trabajo.
Estas van desde una reforma integral de instalaciones -algunas se han ido llevando a cabo, como en La Ranilla, y hay más en proyecto-, y otras tienen que ver con cuestiones salariales, ya sean directas o indirectas. Es decir, mejoras del sueldo, pero también de otro tipo de complementos o actuaciones extraordinarias. Y entre estas últimas, los refuerzos que se realizan ante eventos realizando una 'venta' de los días libres.
Durante el Puente de la Inmaculada, coincidiendo con las primeras grandes aglomeraciones en el centro de la ciudad, el sindicato CSIF denunció que el centro se había quedado, prácticamente, descubierto. Y contextualizó ciertos momentos de bloqueo en algunas calles alrededor del Ayuntamiento en falta de efectivos disponibles. Se achacó entonces el asunto a cierta "desorganización". Según el sindicato, hubo llamadas de última hora a agentes para pedirles cancelar sus festivos o libranzas para entrar a trabajar en el mismo día. No hay que olvidar tampoco imágenes que han provocado un enorme cabreo en la plantilla, como el estado de los vestuarios cuando trabajan directamente en los distritos.
Además, achacan los sindicatos policiales una gran falta de diálogo del ejecutivo local. La sensación, entonces, es de frustración en los sindicatos. Y ahora, tras la Navidad, llega verdaderamente el momento 'caliente' de Sevilla: la primavera.
Como se sabe, ahora se multiplican los eventos que reúnen a decenas de miles de personas por las calles. El primer momento clave es la Semana Santa. Este jueves hubo un encuentro entre agentes donde los sindicatos pidieron a sus compañeros que rechazaran en masa las propuestas del Ayuntamiento de Sevilla de vender sus descansos para estar disponibles durante estos días.
Hay que recordar que faltan dos semanas para que comience el reguero de procesiones, ya sean con estaciones de penitencia a la Catedral o en los barrios. Desde el Viernes de Dolores especialmente, harán falta múltiples dispositivos de seguridad.
El enfado en sindicatos como el citado CSIF tiene que ver con que apenas se pagan 110 euros por día. Fuentes de este colectivo recuerda que esos emolumentos apenas han cambiado en los últimos 20 años. Los días 14 y 21 de marzo habrá movilizaciones.
Asimismo, a pesar de anuncios como la puesta en marcha para cubrir medio centenar de puestos de Policía Local, comunicado por el Ayuntamiento, no generan confianza. Sobrevuela en la plantilla la incertidumbre sobre las oposiciones de hace una década, que puede acabar con muchos agentes en la calle, si finalmente se ejecuta la sentencia que invalida aquel proceso, por el que pagarán "justos por pecadores".
Y genera desconfianza porque "han lanzado las campanas al vuelo sin que esa oferta" anunciada esta semana "esté aún aprobada". Además, hay unas oposiciones paralizadas, las de hace un año, lo cual retrasa más la ansiada ampliación de la plantilla de Policía Local.
En definitiva, tiene el reto el Ayuntamiento de Sevilla de sentarse las bases para una paz duradera durante los próximos tres años y tener un mandato tranquilo. No será fácil. Tras las quejas por la Navidad, ahora viene la primavera, el verdadero examen.