Antonio, condenado a 40 meses de prisión por malos tratos a dos exparejas, acudió en junio al Registro Civil para cambiarse el sexo. Ahora se llama Milan después de alegar que se siente mujer. Tras esto, ha pedido al Gobierno de España su indulto total argumentando que es "una persona nueva" y que lo que hizo fue fruto de "un trauma por sentirse mujer".
Patricia y Victoria, las dos víctimas de este sevillano, han manifestado sentirse desprotegidas e indefensas. La segunda de ellas ha contado que Antonio llegó incluso a matar a su gata y le mandó fotos del cadáver. Durante la relación sufrió insultos, patadas, puñetazos y un claro chantaje emocional.
El agresor, que lleva un dispositivo de geolocalización para que no se acerque a las víctimas, ha incumplido en varias ocasiones la orden de alejamiento.
La abogada de las dos mujeres, María José Atoche, tiene claro que todo obedecer a "una clara estrategia para no entrar en prisión". Ya cumplió una primera condena y salió en libertad, pero al ser reincidente, el juez ordenó nuevamente su ingreso en prisión. "Y se le ha ocurrido esto para no pisar la cárcel o, si lo hace, hacerlo en un módulo mixto de una prisión de mujeres".
Hay que recordar que la ley trans no permite cambiar el sexo legal para eludir una condena por violencia machista.