Fue un día sofocante en Carmona. Con el termómetro marcando 43 grados a la sombra, los carmonenses intentaban sobrellevar el calor como podían. Pero, sobre todo, con el aire acondicionado y los ventiladores a pleno rendimiento. A las 18:30 horas del día más caluroso del año la luz se fue. Suele ocurrir en picos de demanda. Pero había otra explicación. La empresa suministradora, Endesa, informó inicialmente que el servicio eléctrico se restablecería sobre las 20:30 horas, tal como anunciaba en sus perfiles y redes, así como por mensajes a los clientes. Sin embargo, esta previsión pronto se vio frustrada. Un nuevo comunicado de Endesa indicaba que la avería era más grave de lo que se pensaba y que la electricidad no volvería, al menos, hasta las 23:45 horas.
La noticia cayó como un jarro de agua no-fría sobre los carmoneses, que ya empezaban a sentir los efectos del calor extremo sin poder recurrir a ventiladores o aires acondicionados. Ni siquiera se atrevían a abrir frigoríficos y congeladores. Las redes sociales se llenaron de mensajes de desesperación y quejas.
Entre los más preocupados estaba Julia, una pequeña de 8 años dependiente de insulina por su diabetes tipo I, que veía cómo la temperatura de su medicación corría peligro de superar los niveles seguros al no poder abrir el frigorífico para evitar que el frío se escapara. "Pasada la medianoche, después de más de seis horas de incertidumbre, finalmente llegaron los generadores. La electricidad volvió y con ella la tranquilidad de saber que la medicación estaba a salvo", comentó su madre, visiblemente aliviada.
Una mujer embarazada de su primer hijo vivió una experiencia igual de angustiante. Con 43 grados, "subir a la azotea era una locura. Intentamos soportar el calor leyendo los mensajes en Facebook y hablando por Whatsapp con amigos y familiares, pero después de tres horas sin ventilador, mi esposo decidió que la mejor solución era dar una vuelta en coche con el aire acondicionado encendido". Esta improvisada escapada por Carmona se convirtió en la única forma de sobrellevar el sofocante calor de la tarde y noche.
El perfil de Facebook del alcalde de Carmona, Juan Ávila, fue el punto de información a la que todo vecino acudía para actualizar la situación. La zona de San Francisco y Necrópolis fue especialmente problemática, con grandes dificultades para la instalación de los generadores portátiles. "He pedido a Endesa que dispongan de todos los medios necesarios para solucionar esta situación lo antes posible", declaró el alcalde en un comunicado. No obstante, no eran pocos los vecinos que pidieron, ante la desesperación del momento, que Endesa invierta más en mejorar las infraestructuras de suministro, muchas de ellas con varias décadas de antigüedad, así como "mejorar su mantenimiento".
A la una de la madrugada del 25 de julio, la empresa Villaflores Martín culminó la instalación del último generador. Mientras tanto, Endesa seguía trabajando en la avería, que había dejado sin electricidad a más de la mitad de la población de Carmona. La magnitud del problema, causado por el corte de un cable soterrado en dos partes, había generado un caos inesperado en la localidad.