Coria del Río ha llevado a cabo una iniciativa innovadora para intentar acabar con las plagas de mosquitos que cada verano azotan los municipios situados a la orilla del río Guadalquivir. Estos insectos, en algunas ocasiones, transmiten graves infecciones como el Virus del Nilo.
En este sentido, el Ayuntamiento de la localidad ha querido confiar el control de estos infectos a aves y murciélagos. En concreto lo hará con una torre de doce metros de altura que ha instalado en el parque Adolfo Cantalejo. Esta torre tiene espacio para que aniden las aves y se establezcan los murciélagos.
El proyecto nace con la "intención" de poder extenderlo a otras zonas del municipio y a otros pueblos del entorno, según confirma el alcalde Modesto González en declaraciones a Europa Press, como "refugio" para estorninos, vencejos, gorriones y murciélagos, que ofrecen un "servicio natural de control de plagas".
La torre, idea de un matrimonio vecino de Brenes (Diego Alves y Ángeles Mora) que la ha cedido "gratis" al Consistorio, tiene capacidad para 150 nidos y un espacio en la parte baja de la torre para 300 murciélagos, animales que comen en torno a 1.000 mosquitos a la hora, explica Francisco Jamardo, técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Coria.
Ahora, la estructura tendrá que ir colonizándose "poco a poco", de forma que hasta dentro de unos años no podrá evaluarse la efectividad. Pero hay un buen precedente. Diego y Ángeles, dos aficionados a la naturaleza con un "fuerte compromiso con la conservación" del medio ambiente, instalaron hace cuatro años una torre 'casera' en la parcela de su vivienda, un método que les ha servido para que no haya mosquitos en la casa.
Dos ingenieros, uno forestal y otro industrial, han dado forma técnica al proyecto para que pudiera ser homologado. Además de la torre, se ajardinará la zona para favorecer la "biodiversidad" con plantas aromáticas y autóctonas. Esta torre da respuesta, además, a un problema creciente: la imposibilidad de las aves de anidar en los edificios actuales, sin oquedades.
El alcalde de Coria asegura que tienen "muchas esperanzas" puestas en este proyecto con el que pueden hacer una labor preventiva, ya que la población de mosquitos está, por el momento, "bastante controlada" al no haber habido muchas lluvias y al no haberse sembrado prácticamente nada en los arrozales que rodean Coria. "Es un proyecto muy atractivo que, si cumple las expectativas, se reproducirá en otros espacios de Coria y en otros territorios", afirma Modesto González.